La Diputación Foral de Álava e Iberdrola han formado un convenio de colaboración para actuaciones de protección de la biodiversidad y el patrimonio natural de Álava, que incluye como primera actuación la adecuación de los tendidos eléctricos para evitar la colisión y la electrocución de las aves en las líneas de alta tensión.
El Gobierno alavés inició el pasado año una campaña de colaboración con las empresas eléctricas para la modificación sus tendidos con el fin de evitar la electrocución de aves, una de las principales causas, junto a las colisiones, de mortalidad no natural más frecuente en Álava.
Los principales riesgos de los postes de alta tensión se generan a causa de que muchas aves utilizan las líneas eléctricas, gracias a su altura, como posadero para descansar o como oteadero. Gran parte de las aves que sufren las consecuencias de los postes de alta tensión sin proteger son especies endémicas cuya pérdida supone un gran daño para la biodiversidad.
Mediante este convenio ambas partes colaborarán en la adecuación de apoyos, transformadores y otras instalaciones para evitar la electrocución de las aves, y el señalamiento de hilos de tierra para evitar su colisión, tanto en las zonas de protección del Territorio de Álava como en las ubicadas en áreas en las que de manera fundada se haya constatado la existencia de riesgo para la avifauna.
La empresa del Grupo Iberdrola i-DE integra en su estrategia empresarial la conservación de la biodiversidad y tiene asumido el compromiso de la realización de acciones específicas preventivas y compensatorias para la prevención o restauración de las zonas en las que opera.
El convenio incluye, además, el compromiso de ambas parte en la ejecución de otras medidas de protección y gestión de especies amenazadas, hábitats y espacios naturales en los que puedan estar implicadas ambas entidades; tales como la identificación y contabilización de las aves afectadas por electrocución o colisión en líneas eléctricas, proyectos de investigación para la inhibición de la posada mediante la impronta en aves de la animadversión a los apoyos en los tendidos eléctricos, o la colaboración en estudios o proyectos de investigación de especies amenazadas o hábitats de interés.
El convenio tendrá una vigencia de cuatro años a partir de la firma, prorrogables por un período de hasta cuatro años adicionales. Una comisión paritaria realizará el seguimiento del convenio, comprometiéndose ambas partes a la publicación de una memoria anual que incluya las acciones y estudios llevados a cabo durante el año y los resultados obtenidos.