Este domingo, 30.000 vecinos y vecinas de Álava afrontan una fecha decisiva para la gestión de sus localidades: las Elecciones al Concejo. Nuestro Territorio Histórico tiene un total de 333 Concejos, también llamadas Juntas Administrativas, y este año se han presentado un total de 50 candidaturas, 8 de ellas en el municipio de Vitoria-Gasteiz. El dato a destacar es que para estos comicios se han presentado 80 mujeres, un 23% más que en 2017. Pincha aquí para consultar la lista de concejos de Álava.
Las elecciones a los concejos de Álava son las elecciones en las que los habitantes de cada concejo de Álava eligen a los miembros de la Junta Administrativa del concejo. Se celebran cada cuatro años.
Un Concejo es una división administrativa de carácter local y de ámbito inferior al municipio. Las últimas elecciones se celebraron en 2017.
Los concejos de Álava cuentan con una personalidad jurídica y capacidad de obrar propia, además de tener plena autonomía para gestionar sus intereses y los de las colectividades que les sirven de base.
Entrevista a Irma Basterra, diputada Foral de Equilibrio Territorial de la Diputación Foral de Álava
Historia
No hay una fecha aproximada conocida para la creación de estas entidades, pero sí que hay documentos en los archivos concejiles que desde el s.XIII hacen referencia a los Usos del Buen Gobierno. Ya desde mucho antes se conoce que los pueblos alaveses se han querido regir por sus propios usos y costumbres, que sin variar en su esencia, se han ido adaptando a los tiempos.
Así se mantuvo hasta que la Constitución de 1812 obligó a crear ayuntamientos de más de 1000 habitantes. Esto varió el método de elección y gobierno de los órganos de los concejos, pero mantuvieron su personalidad e independencia respecto a los órganos municipales.
En 1924, cuando se promulgó el Real Decreto del 21 de octubre, se estableció que las Juntas Vecinales de Álava conservarían sus atribuciones peculiares y se organizarían según sus costumbres.
Durante la dictadura, el desplazamiento de un alto porcentaje de la población a las ciudades hizo que la mitad de la población rural alavesa pasase a ser urbana. En consecuencia, y debido a la progresiva pérdida de importancia de la agricultura y ganadería, los concejos perdieron gran parte de su ser, dejando a las entidades muy tocadas, que en algunos casos terminaron por desaparecer.
Ya en democracia, gracias a la población rural, que vio que los concejos eran necesarios para la supervivencia de sus pueblos, se consiguió que se aprobasen, primero, la Norma Foral de 30 de julio de 1984 de Elección a Regidores y Vocales de los Concejos del Territorio Histórico de Álava,4 y segundo, la Norma Foral de Concejos del 20 de marzo de 1995, que además de reconocer la independencia y personalidad de los Concejos plasmó, reguló y unificó en lo posible la organización, el funcionamiento y la administración de los mismos.
En 1995 se creó la Asociación de Concejos de Vitoria y en 1996 la Asociación de Concejos de Álava, con el fin de la defensa, promoción, representación y desarrollo de los mismos.
Existen dos tipos de concejo:
- El Concejo Abierto, cuando el Gobierno se realiza por la asamblea vecinal y la Administración por una Junta Administrativa elegida por las personas vecinas. La asamblea vecinal, es el órgano soberano de decisión y control, siendo la Junta Administrativa (Presidencia y vocalías) el órgano de ejecución de los mandatos de la asamblea vecinal. Esta característica da el carácter de democracia directa a los concejos abiertos.
- El Concejo Cerrado, cuando el Gobierno y la Administración se realizan por una Junta Administrativa, sin que haya asamblea vecinal.