En 1985, el psiquiatra estadounidense Richard Gardner se inventó el Síndrome de Alienación Parental (SAP). Le sirvió para definir la conducta de un progenitor que en un proceso de separación o divorcio denigra al otro progenitor delante de sus hijos para alejarlos de él. El machismo predominante hace 40 años sirvió incluso para rebautizar al SAP como Síndrome de la Madre Maliciosa. Que Richard Gardner se hubiese divorciado dos veces tal vez tenga algo que ver con su invento, que por cierto jamás ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud ni por la Asociación Americana de Psicología. La Asociación Mundial de Psiquiatría llegó a decir que el SAP ayudaba en ciertos casos a enmascarar el abuso sexual infantil. Inma Fuentes es una de las últimas víctimas del SAP en Euskadi.
Desde marzo, la Fiscalía Provincial de Álava ha rechazado que esta mujer pueda visitar a su hijo Markel, de 14 años, que fue ingresado el 18 de mayo en el Hospital de Cruces por un linfoma del que está siendo tratado. Hace 5 años, el esposo de Inma decidió poner fin a su matrimonio. Tenían dos hijos: Markel tenía entonces 8 años y Paula, de 12. La hija se negó siempre a ir con su progenitor y tras una fuerte discusión le denunció ante la Ertzaintza. Un juzgado de violencia de género le obligó a él a abandonar el domicilio familiar y adjudicó a la madre la custodia de Markel y Paula. Se estableció un régimen de visitas en un punto de encuentro, pero la violenta relación entre padre e hija provocó su suspensión.
El padre recurrió aquella decisión y logró que la Diputación Foral de Álava se hiciera cargo de Markel, que pasó a vivir 14 meses en un piso tutelado, bajo la custodia de su padre. No contento con quedarse con esa custodia del hijo aunque no conviviese con él en el mismo domicilio, el padre denunció a Inma y a su hija por maltrato psicológico. Como su hija Paula tenía aún 17 años, llevó el caso ante la Fiscalía de Menores para que la juzguen. Inmaculada lleva 9 meses sin ver a Markel, que escribía correos por medio de sus compañeros de colegio para que le llegaran a su madre. Hace más de 70 días que Markel fue ingresado en el Hospital de Cruces. Ni su madre ni sus abuelos maternos pueden verle pese a la grave enfermedad que padece. La Justicia de Vitoria asegura que dictará sentencia el 25 de Diciembre, el día de Navidad. Una broma de mal gusto. Mientras, Inma no para de hacer todo lo posible ante los tribunales, la Diputación de Álava y el Gobierno Vasco para ver a su hijo. Incluso llegó a presentarse junto a su hija Paula ante la Comisión de Políticas Sociales del Parlamento Vasco. La comparecencia la pidió la Red de Resistencia contra el SAP, de la que ya forman parte 14 mujeres en Álava.
Junto a Inma acudieron a la Cámara Vasca otras dos mujeres que están sufriendo situaciones parecidas. Todas denunciaron la violencia institucional que están padeciendo las víctimas de la violencia de género. La madre de Markel ha dirigido más de 400 escritos a esas instituciones tratando de lograr que le dejen ver a su hijo. Inma Fuentes acusa al Área del Menor y Familia de la Diputación de Álava de haber emitido informes falsos sobre su situación, unos informes que realiza una empresa subcontratada que se llama Babesten.
«Somos 13 las madres que hemos recibido informes de Babesten -sostiene Inma- que no son más que corta-pegas en los que sólo cambian el nombre». Esta madre privada del derecho a ver a su hijo enfermo desde hace 9 meses asegura también que a Beatriz Artolazabal, la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, «se le llena la boca hablando del interés superior del menor, pero sigue sin responderme a mis escritos». Mientras tanto, los tribunales, la Diputación y el Gobierno Vasco impiden que Markel cumpla su deseo de vivir con su madre y con su hermana.