En un devastador recuento del conflicto que continúa desgarrando la Franja de Gaza, el Ministerio de Sanidad gazatí informa que la cifra de palestinos asesinados por Israel asciende a 38.193. Sin embargo, la revista científica ‘The Lancet’ sugiere que el número podría ser mucho mayor, estimando que hasta 186.000 personas podrían haber muerto, muchas de ellas aún bajo los escombros de la guerra que ahora entra en su noveno mes. En un contexto de solidaridad internacional, la Comisión de Igualdad, Euskera y Gobernanza de las Juntas Generales de Álava ha aprobado recientemente una moción la cual apoya y reconoce la labor de la agencia UNRWA frente a las campañas de agresión y deslegitimación que esta enfrenta.
La moción destaca tres puntos principales:
- Las Juntas Generales de Álava manifiestan su apoyo total y reconocimiento a la labor que desempeña la agencia UNRWA.
- Se insta a la Diputación Foral de Álava a analizar, junto con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, las solicitudes de ayuda al Fondo Alavés de Emergencia promovidas por UNRWA y otras entidades que operan en Palestina.
- Se acuerda enviar este apoyo a UNRWA Euskadi.
La labor de UNRWA
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) fue creada en 1949 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Su misión es brindar asistencia y protección a los refugiados palestinos hasta que se resuelva su situación. Actualmente, ofrece servicios educativos, sanitarios, de socorro y sociales, así como ayuda en emergencias, a unos cinco millones de refugiados palestinos registrados en Jordania, Líbano, Siria, la Franja de Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este.
Historia y polémicas
Establecida tras el conflicto árabe-israelí de 1948, la UNRWA fue concebida como una solución temporal. Sin embargo, debido a la prolongación del conflicto y la falta de una solución política duradera, su labor sigue siendo crucial.
Israel ha criticado duramente a la UNRWA por considerarla parcial y por supuestamente permitir la influencia de grupos militantes palestinos. Acusaciones incluyen el uso de instalaciones de la UNRWA para almacenar armas y la utilización de escuelas como plataformas para ataques.
Estas tensiones han provocado restricciones a las operaciones de la UNRWA y han influido en las políticas de financiamiento de otros países donantes.