Hoy, martes 27 de agosto, se ha hecho pública la decisión de la Junta de Inversiones Extranjeras de España de rechazar la Oferta Pública de Adquisición (OPA) presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag para adquirir el 100% de la empresa ferroviaria Talgo. Esta decisión se ha tomado por motivos de seguridad nacional, en un momento donde la protección de empresas estratégicas como Talgo es prioritaria para el gobierno español.
La decisión de la Junta se basa en una ley establecida durante la pandemia, que busca evitar que las caídas en bolsa de empresas españolas sean aprovechadas por firmas extranjeras para tomar el control. En este sentido, Talgo ha sido considerada una empresa de interés estratégico, lo que ha llevado al gobierno a bloquear la adquisición.
Tras el anuncio de este rechazo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido de inmediato la cotización de Talgo en la bolsa. Antes de esta suspensión, las acciones de la compañía habían registrado una caída del 0,93%, situándose en 4,26 euros por acción.
Además de los motivos de seguridad nacional, el gobierno español ha expresado dudas sobre la capacidad de Ganz Mavag para resolver los problemas de producción que Talgo ha enfrentado recientemente. Estas preocupaciones se agravan por el hecho de que Talgo es responsable de importantes contratos, como la construcción de trenes para la Serie 106 de Renfe, cuyos recientes modelos han presentado fallos, según el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Esta no es la única oferta que existe para Talgo. Hace unas semanas, surgió otra por parte de la compañía checa Skoda Transportation, que proponía una combinación de negocios e integración industrial con Talgo, aunque sin una oferta económica concreta. Esta propuesta fue bien recibida por el gobierno español.
Talgo, fundada en 1942 y con una larga historia en la innovación ferroviaria, tiene fábricas en Rivabellosa (Álava) y Las Matas (Madrid), donde desarrolla y fabrica trenes reconocidos internacionalmente. Su asociación más importante ha sido con Renfe, aunque ha expandido su mercado a nivel global, incluyendo países como Estados Unidos, Alemania, y Arabia Saudita.