El próximo 5 de septiembre, la Vuelta Ciclista a España celebrará una de sus etapas entre Vitoria-Gasteiz y Maeztu. Sin embargo, este evento deportivo, que atrae a millones de espectadores en todo el mundo, también ha despertado una notable oposición debido a la participación del equipo Israel Premier Tech, financiado por el empresario canadiense Sylvan Adams, quien ha declarado que los ciclistas de su equipo son «embajadores de Israel». La presencia de este equipo ha generado una respuesta organizada por la plataforma Palestinarekin Elkartasuna, que ha convocado manifestaciones para ese día en Álava.
El Israel Premier Tech no es un equipo ciclista cualquiera. Fundado en 2014 en la colonia Nes Harim, cerca de Jerusalén, el equipo ha sido criticado por su estrecha relación con el régimen israelí, que algunos consideran una herramienta de blanqueo y normalización del sionismo en el escenario internacional. La estrategia del equipo, impulsada por el ministerio israelí de Hasbará, busca promocionar la imagen de Israel en eventos globales como este.
Sylvan Adams, el propietario del equipo, es un millonario canadiense que compró el equipo en 2017 y lo ha desarrollado con grandes inversiones. Desde entonces, ha utilizado al Israel Premier Tech no solo como un conjunto deportivo, sino como una forma de promover la presencia de Israel en foros internacionales. Cabe destacar que la afición al ciclismo en Israel es relativamente reciente, y el equipo cuenta mayoritariamente con ciclistas extranjeros, siendo solo cinco los israelíes, entre ellos Guy Niv, un exfrancotirador del ejército.
El equipo, que aprovecha la visibilidad de la Vuelta a España, ha sido señalado como parte de una estrategia más amplia para desviar la atención de las políticas del gobierno israelí, especialmente en un contexto en el que las acciones de Israel contra el pueblo palestino han sido duramente criticadas a nivel mundial.
Ante esta situación, la plataforma Palestinarekin Elkartasuna ha organizado diversas acciones de protesta para el día de la carrera, instando a la ciudadanía de Araba a manifestarse a lo largo del recorrido. Los activistas exigen que las autoridades locales no repriman estas expresiones de solidaridad, recordando lo sucedido durante las recientes fiestas de Gasteiz, donde se censuraron actos de apoyo a Palestina.
Los organizadores de las protestas consideran que estos eventos deportivos no deben ser utilizados como herramientas para normalizar la imagen de regímenes como el israelí, y hacen un llamado a la movilización ciudadana en solidaridad con la causa palestina, promoviendo el boicot y la acción directa como formas de resistencia.