Periodistas de Noticias de Álava denuncian ante el Parlamento Vasco «sueldos de miseria» y «abusos laborales»

El próximo lunes 24 de marzo, los periodistas Borja Lazkano y Begoña Martín, representantes sindicales del Diario de Noticias de Álava, comparecerán en el Parlamento Vasco para alzar la voz contra una precariedad laboral que arrastran desde hace más de 20 años. Reclamarán medidas concretas que garanticen condiciones dignas para una profesión que, aseguran, está siendo abandonada.

“Parece que ser periodista en un medio como Diario de Noticias de Álava es asumir un trabajo muy mal pagado, con el sueldo congelado desde hace casi 15 años, sin horarios, sin posibilidad de conciliar, horas extras sin pagar, cobrando tarde y mal, donde la brecha salarial sexista es una realidad, y donde situaciones de acoso han sido silenciadas o ignoradas”, denuncian.

Cobran 1.300 euros mientras el medio recibe más de un millón de euros públicos

La situación contrasta con las cifras que recibe el periódico en concepto de publicidad institucional. Solo entre 2018 y 2023, el Gobierno Vasco destinó 1.304.689 euros al Diario de Noticias de Álava. A eso se suman dos ayudas directas: una de 140.000 euros en 2023 por los efectos de la pandemia, y otra de 337.500 euros en 2024 para “paliar los efectos de la Inteligencia Artificial”.

Mientras tanto, los periodistas apenas alcanzan los 1.300 euros mensuales. Por eso, el comité de empresa pedirá este lunes que se incluyan cláusulas obligatorias en los contratos de publicidad institucional, de forma que una parte del dinero público se destine directamente a garantizar sueldos dignos.

“Lo que pedimos es incorporar cláusulas en los contratos institucionales de publicidad que garanticen que los miles de euros de dinero público que ingresan los medios se reflejen en las nóminas de los y las trabajadoras”.

Un convenio propio para la prensa vasca

Además, exigirán la creación de un convenio autonómico específico para el sector de la prensa en Euskadi, tal como existe en otros sectores como el metal o la hostelería.

“Al igual que otros sectores como el metal, textil, hostelería y comercio, por ejemplo, que se rigen por un marco propio provincial o autonómico, ajenos a convenios estatales de mínimos, reclamamos que en Euskadi un sector tan importante como el de prensa tenga también el suyo propio. Por ello instamos a que desde este Parlamento se den los pasos para mediar en una futura negociación entre sindicatos y Confebask para la elaboración de dicho convenio de prensa vasco. Al igual que en Euskadi se está luchando por un SMI propio”.

Huelga de firmas y protestas semanales

Desde el 2 de diciembre, la plantilla mantiene una huelga de firmas. Cada martes se concentran frente al periódico. La relación con la empresa está completamente bloqueada. No hay negociación abierta y la plantilla ha recurrido a la Inspección de Trabajo y a los tribunales.

“El poder adquisitivo que hemos perdido desde entonces es abismal, supera el 35%. No cobramos antigüedad, ni tampoco pluses como nocturnidad, jefaturas, … todo eso ha desaparecido”.

Uso opaco de la Inteligencia Artificial y denuncias de falsos autónomos

Otra de las quejas del comité sindical es el uso de inteligencia artificial para generar noticias sin transparencia ni información previa a la plantilla ni a los lectores. “Lo que consideramos una falta de ética absoluta y falta de respeto a los lectores y a los propios trabajadores del periódico”.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha mostrado su apoyo a esta denuncia, reclamando “un uso ético de la inteligencia artificial en los medios de comunicación”.

A ello se suma la actuación de la Inspección de Trabajo, que en diciembre instó al medio a incorporar a dos fotógrafos que llevaban años como falsos autónomos.

Una recogida de firmas y un grito colectivo: basta de abusos

Periodistas de Vitoria han lanzado una campaña de recogida de firmas a través de Change.org para exigir que al menos el 50% de la publicidad institucional se destine a los sueldos de periodistas y fotógrafos.

En paralelo, el comité ha solicitado comparecer también ante el Ayuntamiento y las Juntas Generales de Álava. La lucha que emprenden no es solo por ellos: es un llamado de atención sobre una profesión cada vez más empobrecida y silenciada.