Las relaciones entre Israel y Líbano han alcanzado un nuevo punto crítico. A pesar del alto el fuego firmado en noviembre de 2024, los enfrentamientos no han cesado. Los ataques israelíes continúan golpeando territorio libanés, mientras aumentan las denuncias de violaciones a la soberanía y de agresiones contra la población civil.
Uno de los ataques más recientes ha tenido lugar el 27 de abril de 2025. La aviación israelí ha bombardeado un edificio en el barrio de Hadath, al sur de Beirut, que, según Tel Aviv, era utilizado por Hezbolá como almacén de misiles. La ofensiva ha sido duramente criticada por el presidente libanés, Joseph Aoun, quien ha exigido a Estados Unidos y Francia que actúen como garantes del acuerdo.
«Ataques indiscriminados contra la población»
Desde la firma del cese de hostilidades, se han contabilizado varios cientos de muertes. Human Rights Watch ha denunciado que Israel está realizando ataques indiscriminados contra la población. A esto se suma la permanencia de cinco puestos militares israelíes en el sur del Líbano, pese a que el acuerdo exige su retirada completa. El gobierno libanés ha calificado esta presencia como una violación directa de su soberanía.
El Ejecutivo liderado por Joseph Aoun ha reiterado su objetivo de desarmar a Hezbolá y recuperar el control exclusivo de las armas por parte del Estado. No obstante, la organización chií ha rechazado desarmarse mientras “la ocupación israelí continúe”, asegurando que su presencia armada sigue siendo necesaria para la defensa nacional.
La Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), presente en la región desde hace años, también ha sido blanco de críticas por su falta de eficacia. Jean-Pierre Lacroix, jefe de Operaciones de Paz de la ONU, ha mostrado su preocupación por la escalada del conflicto y ha pedido más compromiso a los gobiernos implicados para garantizar el cumplimiento del alto el fuego.
Ayuda de Álava y Vitoria-Gasteiz
Mientras tanto, la comunidad internacional comienza a movilizar recursos para atender la emergencia humanitaria. En Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación Foral han reactivado el Fondo Alavés de Emergencia (FAE) por segunda vez en cuatro meses. La iniciativa destinará 39.742 euros para el reparto de alimentos entre personas refugiadas y desplazadas en el sur de Líbano.
La ayuda llegará a 750 familias palestinas y libanesas en situación de extrema vulnerabilidad, repartidas en nueve asentamientos informales entre Saida y Tiro. Se dará prioridad a mujeres responsables de hogar y víctimas de violencia. Esta actuación responde a la solicitud de Solidaridad Internacional, y será ejecutada por la organización local The Popular Aid For Relief and Development (PARD).
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