El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha contratado a la empresa IDOM para redactar un plan de acción que defina qué hacer con el Iradier Arena. El edificio, sin una actividad estable desde hace años, podría convertirse en un espacio multiusos para grandes eventos. O no. Todo depende del resultado de este nuevo estudio.
El Iradier Arena dejó de acoger corridas de toros en 2016. Desde entonces, ha sido utilizado de forma puntual para ferias, conciertos y otros actos, pero sin una programación fija. Esta falta de uso ha llevado a plantear su transformación, algo que figura en el Plan Estratégico de Cultura 2024-2028, aunque hasta ahora no se han concretado fechas ni decisiones firmes.
Una encuesta publicada en noviembre de 2024 señalaba que el 57 % de los vitorianos estaría a favor de convertirlo en un espacio para grandes eventos. Pese a ese respaldo ciudadano, no hay garantías de que el proyecto llegue a buen puerto.
IDOM se encargará de revisar toda la documentación técnica del edificio y analizar sus puntos débiles, como el aislamiento acústico, la climatización o el acondicionamiento general. En función de ese estudio, propondrá posibles nuevos usos del espacio, junto a una estimación del coste económico y una planificación por fases.
El Iradier Arena tiene una estructura de 23 metros de altura, fachada de aluminio y grandes superficies acristaladas. Su cubierta retráctil permite adaptar el recinto a distintos formatos. Cuenta con un ruedo de 45 metros, cinco corrales, diez chiqueros, báscula electrónica, desolladero con cámara frigorífica, quirófano, sala de curas y una capilla. Todo ello pensado para su uso original, ya en desuso.
La falta de actividad regular ha hecho que el recinto sea percibido como infrautilizado. Aunque no está cerrado, solo se usa de forma esporádica, y el Ayuntamiento reconoce que no tiene una función clara.
Ahora se abre un nuevo proceso, con un plan que podría sentar las bases para dar una nueva vida al Iradier Arena. Pero también existe la posibilidad de que, tras este análisis, se descarte su transformación y el proyecto quede en nada. Por el momento, no hay decisiones tomadas, solo una hoja de ruta pendiente de definir.
¿Sabemos precio del informe? Como les gusta a nuestros políticos gastar dinero en tonterías, y volver a gastar más dinero, en más tonterías.