La autopista AP-68 no será gratuita cuando finalice su concesión actual en noviembre de 2026. Así lo ha confirmado la Diputación Foral de Álava, que planea un nuevo sistema de gestión y financiación para sus vías de alta capacidad. El objetivo: mantener la infraestructura sin depender exclusivamente del presupuesto público.
Un nuevo modelo con cobros reducidos
A partir de la finalización de la concesión, Álava pasará a controlar el tramo de la AP-68 que atraviesa su territorio. Aunque se eliminará la gestión privada, se mantendrá el pago por uso. Eso sí, con tarifas “sustancialmente inferiores” a las actuales, según ha anunciado la Diputación.
Este nuevo planteamiento ha sido diseñado tras un estudio encargado a las firmas Ineco e Idom, que proponen un sistema mixto: tecnología free flow para facilitar el paso sin barreras y zonas de peaje convencionales.
Bonificaciones y atención a usuarios habituales
El plan también contempla incentivos para quienes utilizan la vía con frecuencia. La propuesta prevé descuentos especiales para conductores habituales y menciona la posibilidad de tener en cuenta las particularidades de la comarca de Aiaraldea.
Además, se proyecta aplicar el cobro a camiones en otras carreteras principales, como la A-1 y la N-240, utilizando un sistema sin barreras.
Toda la red será gestionada por Arabat, una sociedad pública foral que asumirá la supervisión del modelo de pago.
“Insostenible” mantener las carreteras sin estos ingresos
El diputado foral de Movilidad Sostenible e Infraestructuras Viarias, Jon Nogales, ha argumentado que el sistema actual no es viable a largo plazo. “La Diputación destina actualmente a conservación y mantenimiento de carreteras una media anual de 12 millones de euros”, ha explicado. Sin embargo, “según el estudio de INECO, la inversión anual necesaria en conservación y mantenimiento solo en los 168 kilómetros de vías de alta capacidad sería de 16 millones de euros”.
Nogales ha recalcado que Álava ocupa un lugar clave en las comunicaciones entre el norte de España y el sur de Europa, por lo que “los impuestos de alaveses no pueden ser la única fuente de financiación para conservar y modernizar nuestras carreteras”.
Noviembre de 2026 y más allá
El nuevo sistema en la AP-68 se pondrá en marcha en noviembre de 2026, coincidiendo con el fin de la concesión. En cuanto a otras vías como la A-1 o la N-240, la implantación será progresiva a lo largo de la siguiente legislatura.
“Vamos a dejar todos los proyectos y tareas previas realizadas para que así pueda ser”, ha asegurado el diputado, subrayando que los ingresos obtenidos del pago por uso se reinvertirán en la mejora y mantenimiento de la red viaria del territorio.