El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha tumbado la sanción de 40.000 euros que el Departamento de Educación impuso a la empresa Serunión. La multa se originó tras detectarse, en septiembre de 2023, la presencia de larvas en un menú escolar servido en la ikastola Ikasbidea, en Arratzua-Ubarrundia.
La sentencia, con fecha del 7 de febrero, es firme. No se presentó recurso ante el Tribunal Supremo en el plazo legal de 30 días. Además, el alto tribunal condena a la administración al pago de las costas procesales, que ascienden a 3.000 euros.
No hay pruebas de riesgo sanitario
El tribunal cuestiona la actuación de la administración. En el proceso, Educación alegó que se habían hallado gusanos en los macarrones y en una tortilla francesa. Sin embargo, reconocía no haber podido identificar la especie.
Serunión, por su parte, argumentó que los restos encontrados correspondían a “microorganismos naturales cuya inocuidad estaría demostrada”. La empresa no negó la presencia de “material genético” del insecto plodia interpunctella, pero sostuvo que no implicaba ningún riesgo: “no tendría cabida una infracción por inadecuada calidad de los servicios con trascendencia directa para la salud”.
El tribunal dio validez a esta postura y subrayó que Educación no presentó “ningún informe que ilustre los posibles efectos nocivos para la salud humana del insecto”. Tampoco logró rebatir los estudios aportados por Serunión, firmados por el Departamento de Calidad de Biotecnal y por un profesor titular de Zoología de la Universidad de Valencia.