La alcaldesa de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria, ha salido al paso de la polémica sobre el nuevo Centro de Acogida de Protección Internacional (CAPI) que se está construyendo en la antigua Clínica Arana. Lo ha hecho explicando que “estamos hablando de una cuestión humanitaria”.
El centro, que se espera esté operativo en 2026, acogerá hasta 350 personas refugiadas y contará con aulas, zonas deportivas y espacios comunes. Sin embargo, el proyecto ha generado fricciones entre los socios del Gobierno Vasco. Mientras el PSE-EE lo apoya, el PNV ha mostrado reticencias. El diputado general de Álava ha pedido incluso su paralización y el Partido Popular ha lanzado una campaña de recogida de firmas en contra.
“Son personas como cualquiera de nosotros”
Ante este debate, Etxebarria ha querido poner el foco en la dimensión humana de quienes llegarán al centro. “Un refugiado es una persona que huye de su país aterrorizada porque hay un sistema autoritario que le hace dejar todo lo que tiene”, ha declarado. Según ha contado, hace poco visitó el centro de refugiados de Alcobendas y ha explicado que “son personas como cualquiera de nosotros, que han tenido que huir despavoridos con una situación de terror”.
Preparados para proteger “nuestro escudo social”
En respuesta a las dudas sobre la capacidad de los servicios sociales para atender a las personas que salgan del centro tras cumplir su estancia, Etxebarria ha asegurado que Vitoria es una ciudad “que ha defendido siempre los derechos sociales” y que el Ayuntamiento dispondrá de “herramientas que sirvan para proteger nuestro escudo social”.
Durante su intervención, la alcaldesa también ha querido desmarcarse del cruce de declaraciones entre PNV y PSE. “Cada cual puede tener su opinión”, ha dicho. “Para mí, un centro de refugiados es una cuestión humanitaria”. Y ha insistido en centrar la atención en los actos por el 45 aniversario de Vitoria como capital de Euskadi, que se celebran estos días.
Fotografía cortesía de Depositphotos.
Me encanta que todos estos políticos sean tan buenos pero poniendo mucha distancia de los problemas a su casa. Queda muy bien decir esto en cámara, si hay que ser soldados, pero qué lo sufran los vecinos que a mí me pilla lejos… Comiendonos los marrones los vecinos. Es una hipocresía continua. Como lo que están haciendo en el centro, en la calle Florida con Ortiz de Zárate que ya da miedo hasta pasar.
Aupa ahí!!! Laura totalmente de acuerdo.
Sus vidas nunca van a verse afectadas y sus sueldo por el cargo ejecutan por eso necesitan tanta mano de obra barata que no se queje y este encantada de que le pagen los mínimo por ley, a ver necesitan para que sus pensiones sean x000,0 que eso la sociedad lo ignora por a diferencia al resto del proletariado son cifras que desconoce la sociedad y si necesitaran de una residencia se pagan una pero de lujo algo que ni nos hacemos idea de nunca sufrirán el desgaste como sociedad y presumirán de sus medallitas de tolerantes y solidarios.
Ejecutar estos cargos creyéndose sus discursos, hacer oídos sordos a las preocupaciones del pueblo y todavía tener la boca grande para decir que somos una minoría y que son irreales y que nos han comido el coco, no se quién, pero a mí no!
Y todavía duermen plácidamente !?
Ojalá la vida les haga bajar al asfalto y les perturbe la paz!