India y Pakistán han vuelto a colocarse al borde del abismo. El atentado del 22 de abril en la localidad india de Pahalgam, donde murieron 26 turistas hindúes, ha desencadenado una nueva espiral de violencia entre los dos países. El ataque fue reivindicado por el Frente de Resistencia, un grupo vinculado a la organización pakistaní Lashkar-e-Taiba. En respuesta, India lanzó una ofensiva militar que ha provocado decenas de muertos en ambos lados de la frontera, elevando la tensión en la región de Cachemira y generando preocupación internacional.
Euskadi mantiene relaciones económicas y sociales con India y Pakistán que van más allá de los conflictos. Aunque la tensión entre ambos países ha vuelto a estallar, La CAV sigue presente en ambas regiones a través del comercio, la inversión y la cooperación.
Comercio e inversión
India representa para Euskadi un socio comercial mucho más consolidado que Pakistán. En 2020, Euskadi exportó a India por valor de 128,9 millones de euros e importó por 176,1 millones. Entre los principales productos exportados destacan las máquinas y aparatos mecánicos (54,9 millones), papel y cartón (17,3 millones) y manufacturas de fundición (14,9 millones). En importaciones, dominan también los aparatos mecánicos, el hierro y acero, y productos químicos inorgánicos.
Además, India acoge a 98 filiales de empresas vascas, especialmente en sectores clave como automoción, energía, ferrocarril y tecnologías avanzadas. La presencia vasca en el país asiático no solo es comercial, sino también institucional. El Lehendakari Patxi Lopez mantuvo encuentros periódicos con embajadores indios, y en 2012 lideró una misión comercial e institucional en el país. También se han desarrollado cinco proyectos de cooperación al desarrollo, centrados en el empoderamiento de las mujeres, financiados por la Agencia Vasca de Cooperación.
Relación desigual con Pakistán
El contraste con Pakistán es claro. Euskadi mantiene relaciones mucho más limitadas, con una sola empresa vasca implantada en el país, vinculada al sector de las energías renovables. Las cifras comerciales también son modestas: en 2017, las exportaciones sumaron 10,3 millones de euros y las importaciones, 3,9 millones. Los productos más relevantes fueron reactores nucleares, aparatos eléctricos y manufacturas de fundición.
Aun así, existe una cooperación puntual. La Fundación Felix Baltistán ha desarrollado proyectos humanitarios y educativos, y en 2018 se aprobó una iniciativa para prevenir catástrofes naturales y mejorar viviendas en el Valle de Hushe, una región montañosa de difícil acceso.
El peso de las comunidades india y pakistaní también influye en estas relaciones. En 2020, vivían en Euskadi 459 personas procedentes de India, mientras que en 2022 se registraron poco más de 6.000 ciudadanos pakistaníes.