El conflicto laboral en el sector de cuidados de Álava se ha intensificado este miércoles con una nueva jornada de huelga en las residencias y viviendas comunitarias de titularidad foral, aunque gestionadas por empresas privadas. Se trata de la cuarta movilización del mes de junio en un sector que denuncia una situación de bloqueo tras seis años sin un nuevo convenio provincial.
Concentraciones y movilizaciones continuadas
Las protestas se han iniciado por la mañana con una concentración ante la sede de la Diputación Foral de Álava y continuarán durante la jornada con una manifestación. Las trabajadoras aseguran que seguirán movilizándose hasta lograr una propuesta que dignifique sus condiciones laborales.
“Hoy a la mañana nos concentramos aquí en la Diputación, a la tarde manifestación y mañana, mañana y tarde hacemos manifestaciones de diferentes puntos”, han explicado.
Un sector con condiciones precarias
El colectivo denuncia que las condiciones actuales son de las más precarias en todo el territorio alavés. “Seguimos en un convenio provincial para todo este sector, que tiene unas condiciones, las más precarias a día de hoy en Álava”, han señalado.
Según explican, las últimas propuestas presentadas por la patronal suponen un importante retroceso. “Nos pareció una tomadura de pelo porque de lo que estábamos hablando y entendíamos que íbamos avanzando para la parte social, ha sido un retroceso total. Económicamente hemos retrocedido y lo que teníamos encima de la mesa, incluso en las horas de rebaje, también hemos retrocedido”.
Sin mejoras ni voluntad de diálogo
Las trabajadoras denuncian además que no hay voluntad negociadora por parte de la patronal. “Para llegar a acuerdos hay que tener voluntad de negociar. Y nosotros lo que vemos es que la patronal no tiene ninguna voluntad de negociar, que simplemente lo que está haciendo es un poco marear la perdiz”, han afirmado.
Recuerdan que la última propuesta les llegó la tarde anterior a la mesa negociadora, después de dos meses sin respuesta. “Para nosotros eso es una provocación y nos ha dejado bastante claro cuál es su posición en estos momentos”, han subrayado.
Seis años sin convenio
El conflicto se alarga ya desde hace seis años, sin que se haya logrado actualizar el convenio provincial. Las trabajadoras aseguran que la situación es insostenible: “Es un sector que está súper precarizado tanto económicamente como en las condiciones de conciliación y salud laboral. Es un convenio en el que hay que darle mucha forma de muchas maneras”.