El cierre temporal por las obras del centro cívico de Judimendi podría traducirse en la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a parte del personal subcontratado. Así lo ha denunciado el comité de empresa de AITEKO, que ha recibido la intención del Ayuntamiento de rescindir el contrato con la empresa que presta el servicio de socorrismo y enviar al ERTE a tres personas trabajadoras.
Desde el comité, compuesto por ELA, CCOO y LAB, muestran un rechazo rotundo a esta posibilidad. “Entendemos que existen alternativas viables y menos traumáticas como puede ser la reubicación en cualquier otro Centro Cívico”, señalan. La medida les parece «inadmisible», y recuerdan que ya existen referencias claras de cómo gestionar situaciones similares sin recurrir a un ERTE.
Ponen como ejemplo lo ocurrido durante la pandemia, cuando “el Gobierno Vasco garantizó el salario y el empleo de todas las personas trabajadoras subcontratadas por el Ayuntamiento”, o el caso del frontón de Zaramaga, donde se reubicó a toda la plantilla sin aplicar recortes. “Se demostró que si hay voluntad política y responsabilidad empresarial es posible proteger los puestos de trabajo”, subrayan.
Una decisión que sentaría un precedente peligroso
Los representantes sindicales alertan de que, de ejecutarse, este ERTE marcaría un antes y un después. “Somos conscientes de que crear este precedente sería muy peligroso para el resto de las plantillas puesto que en los próximos años estos cierres por renovación volverán a repetirse en otros centros de trabajo”.
Además, consideran que la medida sería «injusta» por haberse reubicado ya al resto del personal subcontratado del mismo centro. Por ello, reclaman que se agoten todas las opciones antes de tomar una decisión tan drástica: “No solo sería injusto, sino también incongruente con los compromisos que el Ayuntamiento ha demostrado viables en momentos mucho más difíciles de gestionar que este”.