Han pasado 50 años desde la muerte de Francisco Franco, pero para muchas personas en Euskal Herria, la herida sigue abierta. Aunque el dictador falleció, su legado represivo no desapareció con él. Así lo expresan las asociaciones Martxoak 3 Elkartea y Sanfermines 78 Gogoan, que denuncian que el franquismo continuó, con otros rostros, pero con la misma violencia. “Somos víctimas y testigos de ese franquismo sin Franco”, aseguran.
Dos momentos clave
Los hechos que ocurrieron en Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976 y durante los Sanfermines de 1978 en Pamplona marcaron profundamente la historia reciente. Ambos sucesos representan, según los colectivos, ejemplos evidentes de violencia institucional ejercida contra la población.
En aquellos días, la represión de las fuerzas de seguridad dejó muertos, heridos y personas perseguidas. Muchos de los afectados nunca han recibido una reparación ni un reconocimiento oficial por parte del Estado.
Una iniciativa conjunta para lograr lo que aún falta
Conscientes de la importancia de unir fuerzas, Martxoak 3 Elkartea y Sanfermines 78 Gogoan han presentado una acción conjunta. El objetivo es claro: exigir al Estado español que reconozca su responsabilidad directa en los crímenes cometidos durante esos episodios.
La iniciativa también busca que todas las víctimas reciban “Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición”.
Aplicando la Ley de Memoria Democrática
Gracias a la Ley de Memoria Democrática, los dos colectivos han tramitado 40 solicitudes para que se reconozca oficialmente a víctimas de la represión. La ley reconoce el derecho a la reparación moral y a la recuperación de la memoria personal y familiar de quienes sufrieron por razones políticas o sociales.
Estas solicitudes se han presentado en nombre de personas asesinadas, heridas o encarceladas en Vitoria-Gasteiz, Basauri, Tarragona, Pamplona e incluso Donostia. La lista incluye a víctimas como José Castillo García, Andoni Txasko Díaz, Germán Rodríguez Sáiz o Joseba Barandiarán Urkola, entre otros.
Pero la demanda va más allá del trámite administrativo
Las asociaciones dejan claro que esta no es solo una acción administrativa. Quieren algo más, quieren que el Gobierno de España haga una declaración oficial pública, al más alto nivel, asumiendo su responsabilidad en los hechos.
Piden que se cumpla lo que la propia Ley de Memoria Democrática indica, que debe interpretarse de acuerdo con los tratados internacionales de Derechos Humanos ratificados por España. Además, recuerdan que la Constitución Española también respalda este enfoque.
Exigen la reforma de la Ley de Secretos Oficiales
Otra de las reclamaciones de los colectivos es la modificación de la Ley de Secretos Oficiales, una norma heredada del franquismo que aún hoy impide acceder a documentos clave para esclarecer los hechos.
Los grupos consideran que cambiar esta ley es imprescindible para que haya justicia y verdad. Aunque reconocen que sería un paso muy importante, también aseguran que no es suficiente.
El derecho a la justicia, aún pendiente
Más allá del reconocimiento oficial, las asociaciones denuncian que muchas víctimas todavía no han podido acceder a la justicia. Reclaman igualdad de trato para todas las personas que sufrieron vulneraciones graves de derechos humanos. “A día de hoy, eso no se da en el Estado español”, advierten.
Una lista con nombres y hechos
La iniciativa incluye el listado de víctimas que han presentado solicitud. Muchas de ellas fueron heridas por disparos, intoxicadas por gases, encarceladas o incluso murieron durante las cargas policiales. Algunas siguen esperando documentación que confirme que estaban perseguidas o bajo orden de busca y captura.
Estas personas, explican desde los colectivos, han esperado décadas para que su historia sea escuchada y reconocida.
Para Martxoak 3 Elkartea y Sanfermines 78 Gogoan, esta acción colectiva es un paso firme hacia el reconocimiento de las víctimas del franquismo y la represión posterior. Piden al Gobierno que asuma su papel y responda con hechos, no solo con palabras.