El Archivo de Álava ha dado a conocer este miércoles una película doméstica inédita rodada en Vitoria-Gasteiz los días 4 y 5 de agosto de 1976, justo cuando España comenzaba a salir de una dictadura de casi cuatro décadas. El documento, difundido a través del canal de YouTube de la Diputación Foral, muestra cómo fueron aquellas Fiestas de La Blanca atravesadas por el dolor colectivo, la tensión política y las primeras señales del cambio democrático.
Las imágenes, en color y sin sonido, forman parte de la colección del Seminario Alavés de Etnografía y han sido digitalizadas por el Servicio de Archivo y Gestión Documental. Tal y como ha señalado la diputada foral de Cultura y Deporte, Ana del Val, este trabajo “refuerza el papel de los archivos para ayudarnos a interpretar nuestro pasado reciente” y permite “conectar la historia de nuestras fiestas con la memoria social de aquella época”.
Fiestas con la herida del 3 de marzo abierta
La película recoge escenas clave de unas fiestas celebradas solo cinco meses después de los trágicos sucesos del 3 de marzo de 1976, cuando cinco trabajadores fueron asesinados por la Policía Armada en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio obrero de Zaramaga. Más de 150 personas resultaron heridas durante aquella asamblea sindical reprimida con gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real.
Las víctimas —Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo García y Bienvenido Pereda Moral— se convirtieron en símbolo de una represión que se extendió por todo el Estado. En los días siguientes, otras dos personas murieron en protestas de solidaridad: Juan Gabriel Rodrigo Knafo en Tarragona y Vicente Antón Ferrero en Basauri.
Un Celedón alternativo y un ambiente tenso
Aquel verano, en señal de duelo y protesta, las cuadrillas de blusas decidieron no participar en las fiestas. También Jose Luis Isasi, quien tradicionalmente representaba a Celedón, anunció que no subiría al balcón de San Miguel. Sin embargo, el programa oficial siguió adelante. El novillero Enrique Orive se ofreció voluntariamente para encarnar al personaje y permitir que la tradicional bajada no se suspendiera.
La película muestra precisamente ese momento: la plaza de la Virgen Blanca llena de gente el 4 de agosto, el lanzamiento del chupinazo y el recorrido de Celedón, esta vez sin el consenso de la ciudad. En un ambiente cargado, una manifestación a favor de la amnistía intenta acceder a la balconada, sin éxito. Algunos manifestantes escalan el monumento a la Batalla de Vitoria entre gritos y cánticos. No se produjeron altercados.
Al día siguiente, la cámara capta el desfile hacia la plaza de toros por la calle Dato. Aunque no hubo paseíllo de blusas, sí se mantuvieron el pasacalle de la banda municipal y la presencia de gigantes y cabezudos, elementos festivos que ofrecieron una estampa inusual, sin el bullicio habitual de las cuadrillas.