La familia de Constancio Allende Sancho ha recibido este martes en Vitoria-Gasteiz sus restos mortales, exhumados del Valle de Cuelgamuros. La entrega se ha realizado en un acto institucional íntimo, con la presencia del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que ha entregado los restos a su nieta, Amaia Allende.
Martínez ha asegurado que “el Gobierno sigue comprometido con las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros de todas las víctimas cuyos familiares lo demanden. Es un deber de Memoria y una obligación del Estado democrático”.
Quién fue Constancio Allende
Nacido el 19 de septiembre de 1904 en Vallarta de Bureba (Burgos), Constancio Allende era hijo de un jornalero, Valentín Allende, y de Jacinta Sancho. Con el tiempo se trasladó a Vitoria-Gasteiz, donde se casó con Gertrudis Elguea y Sáez de Vicuña, vecina de Adana (Álava), y trabajó como obrero.
Durante la Guerra Civil, fue reclutado forzosamente y combatió en las filas de la Falange, probablemente en la 1ª Centuria. Murió a los 32 años, el 2 de noviembre de 1936, en una acción militar en Guadalajara.
Enterrado en el Valle sin conocimiento de la familia
Los restos de Constancio Allende fueron trasladados desde la provincia de Guadalajara, aunque el equipo forense no ha podido determinar desde qué cementerio. Su ingreso en el Valle de Cuelgamuros se produjo el 26 de mayo de 1959, sin que la familia fuera informada o diera su consentimiento.
La investigación ha sido dirigida por el profesor Francisco Etxeberria, al frente del equipo técnico forense que trabaja en las exhumaciones de este enclave monumental.

El significado de la exhumación
Fernando Martínez ha subrayado la importancia de este acto de reparación: “Hoy hemos entregado el cadáver de Constancio Allende a sus nietos y nietas para que hagan el duelo que no pudieron hacerle, y le den sepultura junto a su abuela”. En el acto también han participado la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, el director del Instituto Gogora, Alberto Alonso, y el propio Etxeberria.
Un enclave cargado de historia
El Valle de los Caídos, rebautizado oficialmente como Valle de Cuelgamuros en 2022, fue construido por orden de Francisco Franco entre 1940 y 1958, en parte con trabajo forzoso de presos políticos republicanos. Está considerado uno de los principales símbolos arquitectónicos del franquismo. Con su cruz de 150 metros de altura, alberga una basílica subterránea, una abadía y columbarios con restos de más de 33.800 personas.
Desde 1959 fueron trasladados allí cadáveres de combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil, a menudo sin conocimiento ni consentimiento de sus familias. La exhumación de Constancio Allende es parte del proceso iniciado tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, que busca dignificar a las víctimas del conflicto y la dictadura.