Celedón ya ha bajado. A las seis en punto de esta tarde del lunes 4 de agosto, Iñaki Kerejazu ha encarnado por segundo año consecutivo al símbolo festivo de Vitoria-Gasteiz, dejando claro que el inicio de las fiestas de La Blanca 2025 no solo ha sido alegre, sino también cargado de conciencia.
“¡Basta de genocidios en Palestina!”, ha proclamado desde la balconada de San Miguel, en un discurso que ha unido el espíritu festivo con una importante denuncia política. Cara a casi 40.000 personas ha pedido también que “esto no sea seguro solo para el 50%”, en referencia a la necesidad de erradicar las agresiones sexuales.
Un arranque bajo el sol y entre aplausos
El calor no ha dado tregua: más de 35 grados han acompañado una plaza de la Virgen Blanca completamente llena desde horas antes. En el cielo, el cohete ha marcado el inicio; en tierra, el muñeco de Celedón ha sobrevolado las cabezas de unas 60.000 personas. Cuando ha tocado el suelo, se ha hecho carne en la figura de Kerejazu, que ha atravesado la multitud para subir a la balconada y dirigirse a la ciudad.
Lanzadores del txupinazo y novedades en la balconada
Este año, el cohete ha sido lanzado por Joseba Perea, presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos; Blanca Aguillo, nueva abadesa de la Cofradía de la Virgen Blanca; y los tres Celedones de Oro de 2025: Joseba Fiestras, Satur García y Begoña Dívar. Todos ellos han sido propuestos por el PP, según el turno que corresponde cada año a los grupos municipales.
Pancartas, banderas y muchas voces
En medio del ambiente festivo, también han aparecido numerosas pancartas con mensajes políticos. Algunas criticaban a empresas como Solaria.