El diputado general no exageraba en Madrid: el territorio histórico ofrece deducciones que superan a Hollywood, aunque con matices importantes en su aplicación práctica
Las declaraciones realizadas ayer por el diputado general en Madrid sobre que Álava cuenta con los incentivos fiscales más altos de Europa y «probablemente del mundo» para producciones cinematográficas son, efectivamente, ciertas. Con una deducción que puede alcanzar hasta el 70% del presupuesto en casos específicos, el territorio histórico se sitúa en la cima mundial de los incentivos al sector audiovisual, según confirma un análisis comparativo de las principales plazas cinematográficas internacionales.
Un 60% base que puede llegar al 70%
El régimen fiscal alavés, equiparado desde 2024 al de Bizkaia, ofrece una deducción del 60% cuando más de la mitad del gasto de producción se realiza en Euskadi. Esta cifra ya supera a cualquier otra región analizada, pero puede incrementarse hasta el 70% si la obra se rueda íntegramente en euskera. Para producciones con menor presencia local (entre 35-50% del gasto en el País Vasco), la deducción sigue siendo del 50%, igualando al menos a las Islas Canarias.
Por encima de Hollywood y los grandes centros de producción
La comparativa internacional confirma la posición privilegiada de Álava. California, tras su reciente reforma para 2025, ofrece un máximo del 42% combinando todos sus bonuses. Georgia, el estado que más producciones atrae en Estados Unidos con títulos como Marvel o The Walking Dead, se queda en un 30%. Nueva York puede alcanzar hasta un 50% en casos muy específicos acumulando incentivos regionales y de grabación musical, pero sigue por debajo del techo alavés.
En el contexto europeo, la ventaja es aún más clara. Francia ofrece un 40% para grandes producciones con efectos visuales, Hungría un 30% que puede estirarse hasta un 37,5% efectivo, y el Reino Unido ronda el 25,5% neto (aunque prepara un incentivo del 39,75% para producciones medianas). Irlanda alcanza el 32%, ampliable al 40% en casos especiales. Ninguno se acerca al 70% máximo alavés.
Las particularidades del modelo foral
El sistema alavés presenta características únicas derivadas del régimen foral. Además del porcentaje récord, incluye un tratamiento especial para las denominadas «obras difíciles»: óperas primas, películas dirigidas por mujeres, documentales, animación o producciones de bajo presupuesto, que quedan exentas de ciertos límites de acumulación de ayudas.
El tope por proyecto es de 10 millones de euros de deducción por largometraje (3 millones por episodio en series), cifras competitivas aunque inferiores a los 18 millones de Canarias o los cerca de 40 millones que permite Irlanda.
El reto de la aplicación práctica
Sin embargo, existe una diferencia fundamental con muchos competidores internacionales: mientras que lugares como Georgia, Quebec o Hungría ofrecen reembolsos directos en efectivo, la deducción alavesa funciona a través del Impuesto de Sociedades. Esto significa que la productora (o los inversores locales a través del artículo 66 quater) necesitan tener base imponible suficiente en Álava para aprovechar el incentivo, lo que puede requerir estructuras financieras más complejas.
«Es la diferencia entre recibir un cheque del gobierno en 60 días, como ocurre en Hungría, o tener que estructurar la financiación con inversores locales para monetizar la deducción», explican fuentes del sector. Esto podría hacer que algunos estudios internacionales prefieran un 30% garantizado y líquido en otros territorios antes que un 60-70% que requiere ingeniería financiera.
Más de 50 rodajes en dos años
A pesar de estas complejidades, el incentivo ya está dando resultados. Entre 2022 y 2023, Álava recibió más de 50 producciones audiovisuales, posicionándose como «territorio de cine» y obligando a otras regiones españolas a mejorar sus propias ofertas. El efecto llamada es innegable: es difícil para la industria internacional ignorar un lugar que potencialmente devuelve más de dos tercios del presupuesto de producción.
Una apuesta estratégica con visión cultural
La política fiscal alavesa no solo busca atraer rodajes por motivos económicos. El bonus del 10% adicional por rodar en euskera y las ventajas para obras dirigidas por mujeres o nuevos talentos demuestran un enfoque que combina desarrollo económico con promoción cultural y social.
Con estos incentivos, Álava se ha colocado en el mapa mundial de la producción audiovisual. El tiempo dirá si la complejidad administrativa se compensa con el atractivo del porcentaje más alto del planeta. De momento, el diputado general puede presumir con datos en la mano: en términos de porcentaje máximo de deducción fiscal, Álava efectivamente lidera el ranking mundial.
Las asignaturas pendientes del modelo alavés
La postproducción: la gran ausente
Mientras Álava presume del porcentaje más alto del mundo, una revisión detallada revela carencias estratégicas importantes. Francia ofrece un 40% específicamente para producciones con más de 2 millones de euros en efectos visuales. Quebec añade un 16% extra para VFX y animación. Columbia Británica suma otro 16% para postproducción digital. Nueva York da un 10% adicional si la música se graba localmente. Álava no tiene ningún incentivo específico para postproducción.
Esta ausencia es crítica en la industria actual, donde los efectos visuales pueden representar entre el 40% y el 60% del presupuesto en grandes producciones. «Puedes rodar en Álava con un 60% de deducción, pero si toda la postproducción se va a Montreal o París porque allí tienen mejores incentivos específicos para VFX, pierdes una parte sustancial del impacto económico», señalan expertos del sector.
El problema de la liquidez inmediata
Georgia emite un crédito que se puede vender por dinero en efectivo en semanas. Hungría paga en 60 días. Irlanda adelanta el 90% del incentivo durante el rodaje. Álava requiere esperar al cierre del ejercicio fiscal y tener base imponible suficiente.
Esta diferencia no es menor para producciones internacionales que necesitan certeza y liquidez. Un productor de Hollywood puede preferir un 30% garantizado y líquido en Budapest antes que negociar durante meses con inversores locales alaveses para estructurar un 60% que quizás no vea hasta años después.
Infraestructura técnica y ecosistema
Mientras el País Vasco apuesta por porcentajes récord, otros territorios han invertido décadas en crear ecosistemas completos. Montreal tiene más de 5.000 profesionales especializados en efectos visuales. Budapest cuenta con estudios de clase mundial como Korda Studios. Wellington (Nueva Zelanda) tiene las instalaciones de Weta Digital. Londres alberga Pinewood y Shepperton Studios.
Álava, por el contrario, está empezando a construir su infraestructura. Sin estudios de gran formato ni empresas consolidadas de postproducción de nivel internacional, depende principalmente de rodajes en exteriores y producciones de escala media.
La paradoja del euskera
El bonus del 10% por rodar íntegramente en euskera, aunque valioso culturalmente, es prácticamente inaccesible para producciones internacionales. Mientras otros territorios diseñan sus incentivos para maximizar el atractivo global, este bonus más alto de Álava está reservado de facto para producciones locales de nicho limitado. No obstante, pese a lo que pueda pensarse, el euskera podría ser un idioma totalmente válido para una superproducción, como lo demuestra que la película de David Pérez Sañudo, El Sacamantecas, será distribuida próximamente en cines por Buena Vista Internacional, la primera que este imperio distribuye rodada en euskera.
Complejidad administrativa vs. simplicidad
El sistema de California, aunque competitivo, asigna créditos por puntuación y ventanas temporales. Georgia, en cambio, ofrece un proceso automático: cumples los requisitos, obtienes el 30%, sin comités de evaluación ni esperas.
Álava requiere certificados del ICAA, depósito en la Filmoteca Vasca, estructuración con productoras locales, y navegación del sistema fiscal foral. Para un estudio acostumbrado a la simplicidad de «filma y cobra» de otros territorios, puede resultar disuasorio.

El techo presupuestario
Con un límite de 10 millones de euros de deducción por largometraje, Álava queda por debajo de los 18 millones de Canarias, los 30 millones de Francia, o los cerca de 40 millones de Irlanda. Para superproducciones con presupuestos de 200-300 millones, este techo puede ser determinante.
La ausencia de un fondo garantizado
Mientras Nueva York garantiza 700 millones de dólares anuales y California 750 millones, Álava no comunica un presupuesto anual comprometido. Esta incertidumbre puede generar dudas en producciones que planifican con años de antelación.
Conclusión: Porcentaje récord, pero con matices
El diputado general no mentía: Álava tiene el porcentaje más alto del mundo. Pero en la industria audiovisual global, el porcentaje es solo una parte de la ecuación. La liquidez, la simplicidad administrativa, los incentivos específicos para postproducción, la infraestructura técnica y la certeza presupuestaria son igualmente cruciales.
Álava ha dado un paso audaz para posicionarse en el mapa. El siguiente reto será complementar ese 60-70% con mejoras en todos los demás aspectos que hacen que un territorio sea verdaderamente competitivo en la batalla global por atraer producciones audiovisuales.
Fuentes:
- Diputación Foral de Álava — “Incentivos para el fomento de la cultura” (deducciones del 60%/50%, +10% euskera, límites por proyecto, “obras difíciles”, art. 66 quater). araba
- Bilbao Bizkaia Film Commission — “Tax credit up to 70%” (escalas 35–60% y +10% euskera; esquema equiparable en Álava desde 2024). Bilbao Bizkaia Film Commission
- Canary Islands Film Commission — “Aids and Tax Incentives in the Canary Islands” (rebaja 50% y topes por proyecto/episodio).
- California (EE. UU.) — Entertainment Partners, “Incentive Alert: California’s Film & TV Tax Credit Program Gets a Major Boost, Effective July 2025” (base 35% + 5% fuera de LA + 2% trainees = 42% máx.; refundabilidad). Entertainment Partners
- Georgia (EE. UU.) — Georgia Department of Economic Development, “How to Earn the Tax Credits” (20% + 10% uplift = 30%). film.ca.gov
- Nueva York (EE. UU.) — Empire State Development, “New York State Independent Film Production Tax Credit Program” (30% base; +10% condados elegibles; +10% scoring musical). esd.ny.gov
- Francia — CNC, “The Tax Rebate for International Productions (TRIP)” (30% general; 40% si VFX > 2 M€). cnc.fr
- Hungría — National Film Institute, “Hungarian Film Incentive” (rebate en efectivo del 30% y ahorro efectivo indicado).
- Reino Unido — GOV.UK, “Claim audio-visual expenditure credits for Corporation Tax” y British Film Commission, “Accessing UK Tax Reliefs” (AVEC 34% general; IFTC 53% bruto ≈ 39,75% neto; VFX 39%). GOV.UK+1
- Irlanda — Revenue, “Enhanced credit for lower budget film (Scéal uplift)” (40% para largos ≤ 20 M€) y Screen Ireland, “Ireland’s 32% Tax Credit (Section 481)” (crédito 32% y tope de gasto por largometraje de 125 M€). revenue.ie+1
- Québec (Canadá) — Revenu Québec, “Tax Credit for Film Production Services” (crédito reembolsable).
- Vitoria-Gasteiz Film Office — Notas de prensa municipales (media ~50 rodajes/año; dato usado para contextualizar “más de 50 rodajes en dos años”). blogs.vitoria-gasteiz.org





