Residentes de la zona de Plaza Amárica y Manuel Iradier denuncian en el Buzón Ciudadano una situación «insoportable» que se repite cada fin de semana, con continuas intervenciones policiales.
Vecinos del entorno de la calle Manuel Iradier y la Plaza Amárica han dicho «basta». A través de una serie de quejas continuadas en el Buzón Ciudadano del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, los residentes denuncian una situación de «molestias continuas y altercados» que, aseguran, se ha vuelto insostenible desde la apertura del local de ocio nocturno ‘Jungle Club’.
El principal denunciante, un vecino con las iniciales S.V.M. que lleva más de seis meses publicando quejas, describe un panorama que se repite «desde la madrugada del jueves al viernes, y hasta bien entrada la mañana del domingo». Relata «grupos numerosos de personas que salen de este local a la calle desde las 5:30 de la mañana», provocando «gran ruido nocturno, dando gritos, y produciéndose peleas» tras, presuntamente, «haber ingerido grandes cantidades de alcohol y droga».
Denuncian que opera como ‘after’ con licencia de bar
Una de las denuncias más graves de los vecinos es la supuesta irregularidad en la licencia del establecimiento. Según afirma el mismo ciudadano, tras consultar con la propia Policía Municipal, el local «únicamente dispone de licencia para uso exclusivo como bar-restaurante», cuyo horario de cierre estipulado sería a las 2:30 de la madrugada los fines de semana.
Sin embargo, los afectados aseguran que el ‘Jungle Club’ «incumple sistemáticamente el horario», permaneciendo abierto «toda la noche como si de una rave se tratara», funcionando en la práctica como un after hasta las 10 u 11 de la mañana. «Este local ya desde el jueves abre a las 23:00 h y está toda la noche», lamenta el denunciante.
Intervenciones policiales y sensación de inseguridad
Las quejas vecinales no son hechos aislados. Los residentes afirman verse «obligados a llamar a la policía municipal continuamente». Varios comentarios, incluido uno de esta misma madrugada (15 de noviembre), relatan intervenciones policiales constantes.
Uno de los episodios más tensos, descrito por otro usuario el pasado 1 de noviembre, detalla «el despliegue de 4 dotaciones de la Ertzaintza y una furgoneta de antidisturbios para controlar a esta fauna». Ese mismo día, se denunciaron actos vandálicos en la zona, como «varios coches aparcados en la acera de El Carmen» con «los espejos retrovisores rotos», atribuidos a la clientela que salía del local.
Los vecinos critican la «pasividad» del Ayuntamiento y la alcaldesa, a quienes exigen «medidas inmediatas» y el «cierre de este local». La frustración es palpable, y otros ciudadanos se han sumado a la queja, comparando la situación con problemas similares en otras zonas, como la discoteca Flamingo en Los Herrán.
Recientemente, uno de los denunciantes señalaba la aparente contradicción del Ayuntamiento, que «ha precintado el bar-restaurante La Cabaña del Carmen», un local «que jamás ha causado ningún problema», mientras permite la actividad del ‘Jungle Club’ pese a las «denuncias continuas».




