Vitoria-Gasteiz entra en la recta final del año con un ambiente reconocible. Tras la calma de los días posteriores a Navidad, la ciudad empieza a activarse poco a poco ante la llegada de Nochevieja. El ritmo sigue siendo tranquilo, pero ya se perciben preparativos y planes en marcha.
El lunes 29 se vive como un día de transición. No hay grandes citas en la agenda, pero sí una sensación compartida de cuenta atrás. Las conversaciones giran en torno a cómo despedir el año y las calles muestran una actividad algo mayor que en jornadas anteriores.
El centro recupera movimiento
En el centro de la ciudad se nota un repunte progresivo de gente. Comercios abiertos, recados de última hora y paseos sin prisas marcan la estampa de estas horas. No se trata de un ambiente de aglomeraciones, sino de un flujo constante y ordenado, propio de una ciudad que se prepara sin sobresaltos.
Las zonas comerciales concentran buena parte de este movimiento, mientras que en los barrios el día discurre con mayor calma, manteniendo ese tono pausado que caracteriza al final de diciembre.
Preparativos discretos y planes que se concretan
La cuenta atrás para Nochevieja se refleja también en los pequeños detalles. Compras finales, reservas que se confirman y encuentros previstos para los próximos días forman parte de la rutina del lunes.
En bares y cafeterías, las conversaciones se alargan. Se habla del cierre del año, de balances personales y de cómo será la despedida. La ciudad acompaña ese ambiente con una presencia constante pero contenida de actividad.
Movilidad fluida y rutina suavizada
El tráfico y los desplazamientos mantienen un ritmo cómodo. La movilidad resulta más sencilla que en semanas habituales y el transporte público sigue siendo una opción habitual para quienes continúan trabajando o realizan gestiones antes del cambio de año.
Este contexto favorece una sensación general de orden y previsibilidad, sin incidencias destacadas y con una ciudad que funciona a medio gas.
A la espera del último gran día del año
La jornada del lunes sirve como antesala. Vitoria-Gasteiz avanza hacia Nochevieja sin prisas, combinando descanso y preparativos. La ciudad no se detiene, pero tampoco se acelera.
Una cuenta atrás discreta, marcada por el invierno y por la expectativa compartida de cerrar el año y dar paso al siguiente.

