Arturo López de Sabando, portavoz de la plataforma vecinal SOS Margarita, ha intervenido en el podcast de GasteizBerri para describir el día a día de este pequeño pueblo de Vitoria-Gasteiz, que se enfrenta al avance de la industria, el tráfico de camiones, el ruido de los trenes y el impacto del aeropuerto.
Según ha explicado en el programa, la noticia de que el grupo Lea instalará una nueva fábrica en la zona no ha sentado bien, sobre todo por las formas en que se ha gestionado. Se enteraron prácticamente cuando ya era un hecho. A esa instalación se suma otra industria cercana, Biocompost Álava, que ya provoca olores intensos en la zona. La preocupación principal es que la combinación de ambas actividades multiplique las molestias.
Una rotonda industrial a 19 metros del pueblo
Una de las quejas más repetidas es la construcción de una rotonda a escasos metros de las viviendas. En ese punto, el Ayuntamiento ha unificado 15 parcelas en una sola, y el tráfico pesado pasará justo al lado de las casas. La plataforma considera que la rotonda debería haberse desplazado unos metros y ajardinado la zona más próxima al pueblo.
También critican que las decisiones se tomen sin contar con la Junta Administrativa ni con el vecindario.
“Nos han cerrado el pueblo”
López de Sabando asegura que el pueblo ha quedado literalmente cerrado por la industria. No hay zonas verdes, no hay caminos, no hay espacios públicos. “No tenemos un sitio donde poder pasear con un perro, no hay ni un metro libre”.
Aunque han mantenido reuniones con Gilsa, el PNV, el PSOE y varios concejales, denuncian que la situación no mejora. Los camiones aparcan donde quieren, tiran basura, ocupan las aceras y siguen llegando sin control.
Inseguridad y agresiones
En su intervención, también ha relatado algunos episodios preocupantes. Una agresión en Norpetrol, donde un camionero intentó entrar al baño de mujeres y acabó hiriendo a dos personas. También se han producido robos y amenazas por parte de transportistas.
“No puedes ni pasear tranquilo. Si te acercas a un camión, montan un espectáculo. Y si llamas a la Policía Local, cuando llegan el camionero ya se ha marchado”.
“Ya no tenemos ni valor en nuestras casas”
Otra consecuencia directa es la pérdida de valor del suelo. Un terreno donde iban a construirse tres chalés quedó sin comprador tras abrirse una gasolinera a pocos metros. Las promotoras se echaron atrás.
El entorno está marcado por ruidos constantes: camiones, trenes, sirenas, focos encendidos toda la noche. La reciente obra del AVE ha colocado una playa de vías a seis metros de una vivienda, y se ha anunciado que en esa zona se moverán hasta 50.000 contenedores al año en la nueva intermodal.
Propuestas para el pleno
La plataforma vecinal acudirá al próximo pleno municipal con la petición de mantener una reunión con las empresas que quieren instalarse, como Lea y Norpetrol. El objetivo es reclamar respeto. Piden que no se enfoquen los focos al pueblo, que los camiones respeten los accesos y que se escuche a quienes ya vivían allí antes de la expansión del polígono.
También recuerdan que Margarita nunca vendió sus tierras, los terrenos fueron expropiados en virtud de la Ley de 1954. “No fue una decisión del pueblo. No es que vendiéramos y ahora tengamos que aguantarnos”.
Critican además que el Ayuntamiento invertirá millones en atraer una empresa que, según las instituciones, no causará molestias. Si es tan limpia, se preguntan, ¿por qué no la han dejado en su ubicación anterior?
“Queremos seguir viviendo aquí, pero no así”
Pese al cansancio, mantienen la esperanza. Defienden una convivencia posible entre industria y vida vecinal. Reclaman medidas que les devuelvan algo tan básico como la tranquilidad. “Esto no debería haber llegado hasta aquí”.

