Después de meses de negociaciones discretas y un proceso complejo, la operación de entrada de un consorcio vasco en Talgo entra en su fase definitiva. El acuerdo, en el que participa Fundación Vital, culminará esta semana con el traslado de la sede social de la empresa ferroviaria a Vitoria-Gasteiz, según ha explicado su presidente, Jon Urresti, en una entrevista en Radio Vitoria. El consorcio está formado por Sidenor, Fundación BBK, Fundación Vital y Finkstuz (Gobierno Vasco).
El cierre de una operación larga y compleja
La compraventa de Talgo se formalizará en Bilbao mediante firma notarial, momento en el que el consorcio hará efectivo el pago correspondiente al 30% de las acciones adquiridas. Este paso permitirá dar por cerrada la operación y activar una nueva etapa en la gestión de la compañía.
Tras la firma, se constituirá el nuevo consejo de administración del fabricante ferroviario, que asumirá de inmediato las primeras decisiones estratégicas.
Vitoria-Gasteiz, nuevo centro de decisión
Entre esas primeras decisiones figura el traslado de la sede social de Madrid a Vitoria-Gasteiz, un movimiento que devuelve la dirección de la empresa a la ciudad donde se originó. A partir de ahora, será en la capital alavesa donde se celebren los consejos de administración y las juntas de accionistas.
El cambio implica que la toma de decisiones estratégicas de Talgo se concentrará en Vitoria, reforzando su peso industrial dentro del sector ferroviario.
Las palabras de Jon Urresti en Radio Vitoria
En su entrevista en Radio Vitoria, el presidente de Fundación Vital, Jon Urresti, ha reconocido que alcanzar este punto “no ha sido sencillo” y ha subrayado las dificultades que ha tenido que superar el proceso hasta llegar al cierre definitivo.
Urresti ha advertido también de los retos que afrontará Talgo en los próximos años, aunque ha mostrado confianza en la capacidad del nuevo equipo gestor para afrontarlos con solvencia.
Confianza en la nueva etapa
El presidente de Fundación Vital ha puesto en valor la experiencia de las personas que asumirán la gestión de la compañía, destacando su conocimiento del sector ferroviario y del funcionamiento interno de Talgo. En su intervención radiofónica, ha trasladado un mensaje de confianza en el futuro del proyecto empresarial.
Cartera de pedidos y desafíos industriales
Talgo afronta esta nueva etapa con una cartera de pedidos cercana a los 5.000 millones de euros, una cifra que podría incrementarse hasta los 7.000 millones en los próximos meses. Este volumen de trabajo garantiza actividad a medio plazo, aunque la empresa arrastra limitaciones en su capacidad de fabricación.
Estas restricciones están condicionando el cumplimiento de algunos plazos y se perfilan como uno de los principales desafíos que deberá abordar el nuevo equipo directivo.

