El expolio arqueológico es un fenómeno desconocido para la mayoría de los ciudadanos, que adquiere relevancia, de manera esporádica en cuanto se producen noticias relacionadas con saqueos o incautaciones. Pero el patrimonio cultural que se esconde bajo la tierra sobre la que vivimos se expone todos los días a el peligro de ser destruido y secuestrado.
Hace una semana, el Correo colocaba en portada un reportaje de Sergio Carracedo titulado «El misterio caso de la cabeza de Baco hallada en Álava, ahora en paradero desconocido». Según la narración de los hechos la pieza original está actualmente en manos de un particular. Fuentes conocedoras del caso, citadas por El Correo, van más allá: un ex-alto cargo del PNV, Jon Buesa «jamás devolvió» la original de la estatua, un objeto -de incalculable valor- del que solopudieron hacerse fotografías y una réplica que está en manos del Museo de Arqueología de Vitoria-Gasteiz. Buesa niega tal acusación y asegura que la pieza que él tiene en su poder es una réplica.
La cabeza en paradero desconocido podría formar parte del historial de robos de patrimonio más sonados de los últimos años, desde de la detención en el año 2020 de un grupo en Agurain que había robado 20.000 piezas. Personas que, armadas con detectores de metales, se lanzan a la caza de un tesoro que ya tiene dueño: nuestros ancestros, nosotros y nosotras y las futuras generaciones de alavesas y alavesas.
«Los detectoristas son carniceros de contextos arqueológicos. Luego vamos los arqueólogos a excavar y no hay forma de recuperar la información que tanto queremos para construir nuestra historia».
La cabeza del dios Baco es de la época romana y según los expertos debería estar en posesión del Museo de Arqueología de Álava.
Denuncias
El pillaje arqueológico es un delito consistente en la incautación del patrimonio histórico, arqueológico y artístico sin el permiso ni la información previa de las autoridades civiles y gubernativas de los lugares saqueados, ni respeto a las leyes de protección de bienes culturales.
Un delito que daña gravemente nuestropatrimonio cultural y la labor de investigadoresde todo el mundo.
Rafa varón, presidente del Instituto Alavés de Arqueología ha denunciado en nuestros micrófonos que de la lista de sucesos relacionados con el expolio arquitectónico que han ocurrido en Álava en los últimos años todos ellos han sido registrados a raíz de una intervención particular que denunciaba actitudes o evidencias sospechosas. «No ha habido ni una denuncia de Ertzaintza, Miñones o agentes de la diputación» señalando que «básicamente, todos son personas que han entendido que algo no se estaba haciendo bien y han notificado a la administración».
Eduardo Fernández de Pinedo, alcalde de Kuartango, municipio repleto de restos arqueológicos de más de 5.000 años, ha exigido «proteger el patrimonio» y «enseñar que eso tiene un valor patrimonial y que no puede entenderse como un valor personal de quien lo encuentra. Es de toda la sociedad y de los investigadores que pueden sacar fruto de estos objetos».
Ismael García, doctor en arqueología, señala además que cuando detectorista mete la mano o la pala para sacar algo de la tierra el daño que se haceva más allá de la sustracción del objeto. «Los arqueólogos necesitamos saber en qué contexto ha aparecido una pieza para conseguir información que es mucho más valiosa a menudo que la propia pieza». Y sin las técnicas de extracción correctas esa información se destruye. La labor que los expertos llevan a cabo consiste en extraer el sustrato por capas, registrando a su vez datos y otros indicios que se encuentren cerca del hallazgo inicial.
Tertulia de arqueólogos
En la tertulia de esta semana hemos citado a Ismael García, doctor en arqueología, Rafa Varón, presidente del Instituto Alavés de Arqueología y a Eduardo Fernández de Pideno, alcalde de Kuartango, para hablar de arqueología y de expolios en Álava.
Protección de la arqueología
Según la ley, en el caso de Euskadi son las diputaciones las encargadas del “desarrollo y la ejecución de las normas” para la “conservación, mejora, restauración o en su caso, excavación del Patrimonio Histórico Artístico y Monumental y Arqueológico”. Para las personas participantes en nuestro programa de radio, las medidas actuales no son suficientes y piden más regulación para acabar con los robos por parte de personas no profesionales.
En el caso de los guardas forestales de la diputación, no disponen de un «protocolo específico porque carecen de competencias en la protección del patrimonio».
Expolios arqueológicos
El tráfico ilegal de bienes arqueológicos es el tercero más importante del mundo después del tráfico de armas y de personas. La Diputación Foral de Álava tiene registrados desde el 2016 una treintena de ataques al patrimonio arqueológico alavés. Pero Rafa Varón advierte de que esta cifra está lejos de la realidad y afirma que el “problema es más grave de lo que parece”.
