El Lehendakari Iñigo Urkullu ha expresado su profundo «respeto y reconocimiento» hacia la figura de José Antonio Ardanza, quien fuera lehendakari del Gobierno Vasco entre 1985 y 1999, y que falleció ayer a la edad de 82 años. Durante una declaración institucional, Urkullu ha destacado las contribuciones significativas de Ardanza al «desarrollo de la sociedad vasca, su compromiso incansable con la paz y su habilidad para forjar consensos en momentos críticos».
Urkullu, acompañado de una ikurriña con crespón negro, ha subrayado tres ejes fundamentales en la vida y carrera política de Ardanza: su «labor incansable en la recuperación económica de Euskadi», su «dedicación a la lucha por la paz y la convivencia en tiempos de violencia», y su «capacidad para unir a la sociedad vasca más allá de las diferencias». El lehendakari Urkullu no solo ha recordado a Ardanza por su rol político e institucional, sino también por su «compromiso con el cooperativismo» y su «contribución al fortalecimiento del autogobierno vasco».
José Antonio Ardanza, nacido en Elorrio en 1941, ocupó diversos cargos públicos antes de ser lehendakari, incluidos los de alcalde de Arrasate y diputado general de Gipuzkoa. Su legado, según Urkullu, es un ejemplo de «entrega y compromiso con el bienestar y el futuro de Euskadi y su autogobierno».
El Gobierno Vasco ha extendido sus condolencias a la familia de Ardanza y Urkullu ha finalizado su discurso con un mensaje de paz y recuerdo: «Ardanza lehendakaria, goian bego» («Lehendakari Ardanza, descansa en paz»).
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