El Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz se encuentra en el centro de un debate sobre el impacto de las viviendas turísticas. Diversos movimientos sociales están instando a las comunidades de vecinos a modificar sus estatutos para prohibir la instalación de viviendas turísticas en esta área histórica.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Vitoria hay 177 viviendas que operan como turísticas, de las cuales casi la mitad se encuentran en el Casco Viejo. Sin embargo, solo 91 de estas viviendas están registradas oficialmente para uso turístico, lo que implica que muchas operan sin la debida licencia. Esto supone que el 48,59% de este tipo de viviendas no están registradas.
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha propuesto a los municipios investigar y detectar las viviendas turísticas que operan al margen de la normativa.
Preocupaciones de los vecinos
Los vecinos del Casco Viejo han expresado su preocupación por la posible gentrificación y especulación inmobiliaria. Muchas viviendas están deterioradas y algunos bloques han sido comprados a bajo coste para su uso como alojamientos turísticos. Estas acciones podrían desplazar a los habitantes de la zona y alterar la dinámica del barrio.
Datos de viviendas turísticas en Vitoria-Gasteiz
- 91 viviendas registradas para uso turístico
- 14 habitaciones registradas para uso turístico
- 177 viviendas operan como turísticas, según el INE, casi el doble de las registradas oficialmente
- 25 viviendas turísticas y 1 habitación en vivienda particular en el Casco Viejo
Demanda de alquiler social
La situación del mercado inmobiliario en Vitoria-Gasteiz también es tensa, con 10.800 personas inscritas para un alquiler social. El alquiler privado en la ciudad ronda los 1.000 euros mensuales, lo que hace que la vivienda sea inaccesible para muchos residentes.
Regulación y planes urbanos
El Plan General de Ordenación Urbana establece que solo se pueden instalar viviendas turísticas en las primeras plantas habitables. Sin embargo, una modificación urbanística impulsada por el anterior alcalde flexibilizó estas limitaciones en el Casco Viejo. El Plan Especial de Rehabilitación Integral del Casco Medieval permite el uso terciario hotelero y la flexibilización para bloques enteros de viviendas turísticas.
Si estos son datos públicos, que los recoge hasta el propio INE, ¿porqué el Departamento de Turismo del Gobierno Vasco o el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento no hacen nada?
Las administraciones públicas tienen que asumir su competencia de hacer respetar la ley.