La autopista AP-68, que conecta Euskadi y Aragón, continuará siendo de pago a partir de noviembre de 2026. Aunque inicialmente se había contemplado la liberalización de la vía, las diputaciones de Álava y Bizkaia ya han comenzado a trabajar en modelos de gestión que permitirán seguir recaudando peajes.
Gestión autonómica a partir de 2026
A partir de esa fecha, la gestión de la autopista pasará a manos de las administraciones vascas, según ha adelantado el diario Deia. Concretamente, las diputaciones de Álava y Bizkaia serán las encargadas de controlar el tramo de la AP-68 que atraviesa la CAV. En cambio, el tramo aragonés seguirá siendo responsabilidad del Ministerio de Transportes del Gobierno central.
Justificación de los peajes
Desde la Diputación de Vizcaya, que ha descartado la gratuidad, se ha subrayado la importancia de estos ingresos para evitar la reducción de servicios públicos y asegurar la mejora constante de la infraestructura. La AP-68, con 46 años de antigüedad, soporta un tráfico considerable desde su creación, lo que implica un desgaste continuo que requiere de inversiones en mantenimiento.
Ambas diputaciones ya han comenzado a diseñar un plan conjunto para gestionar los peajes. Las conversaciones se centran en cómo repartir las responsabilidades económicas y de gestión. Cabe destacar que el tramo de la AP-68 que atraviesa Álava es 24 kilómetros más largos que el de Bizkaia. No obstante, ambas instituciones coinciden en que los ingresos generados por los peajes se destinarán íntegramente a la mejora y conservación de la autopista.