El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha decidido suspender el tradicional servicio de txistularis en las bodas civiles. Durante la comisión del pasado lunes, EH Bildu pidió explicaciones al gobierno local sobre la eliminación de este servicio, que, según su concejala, era muy valorado por las parejas que se casaban en la ciudad.
Maider Uriarte, concejala de EH Bildu, fue quien planteó la cuestión al equipo de gobierno municipal, mostrando su descontento por la desaparición de los txistularis en las ceremonias. “Nos parece que es un servicio muy bien valorado entre los contrayentes y que hace que las bodas en Vitoria sean más especiales y únicas”, señaló Uriarte. Además, subrayó que los txistularis tienen una larga trayectoria en los enlaces civiles de la ciudad y solicitó saber por qué se ha tomado la decisión de suprimir este servicio.
El gobierno municipal justifica la suspensión
Ana López de Uralde, concejala del equipo de gobierno, fue la encargada de responder a la pregunta de EH Bildu. Según explicó, la decisión se remonta a finales de 2023, cuando la Academia Municipal de Folclore comunicó que, por motivos de organización interna, la banda municipal de txistularis dejaría de cubrir las bodas civiles a partir de marzo de 2024.
«El Ayuntamiento intentó buscar alternativas, contactando con la Escuela de Música Luis Aranburu y el Conservatorio Jesús Guridi, pero no obtuvimos una respuesta favorable», explicó López de Uralde. Finalmente, se llegó a un acuerdo temporal con una asociación de exalumnas de la Academia de Folclore para cubrir los compromisos ya programados, pero no se pudo garantizar la presencia de txistularis en todas las ceremonias futuras.
Comparación con otros ayuntamientos y alternativas fallidas
La concejala también informó que el Servicio de Protocolo del Ayuntamiento realizó un estudio sobre cómo gestionan la música en las bodas civiles otras ciudades cercanas, como Bilbao, San Sebastián o Logroño. Según los resultados, ninguno de estos consistorios ofrece música en directo. En algunos casos, como en Bilbao, se utiliza música grabada proporcionada por el Ayuntamiento, mientras que en Logroño se permite a las parejas traer su propia música grabada.
EH Bildu insiste en buscar soluciones
A pesar de la explicación, Maider Uriarte insistió en la necesidad de garantizar la continuidad de los txistularis en las bodas. “Es un servicio que tiene una amplia aceptación y los txistularis llevan años formando parte de las ceremonias civiles en Gasteiz. Creemos que es posible encontrar alternativas, como convocar un procedimiento abierto para que las condiciones y las retribuciones estén claras”, propuso la concejala.
Uriarte reconoció que la banda municipal de txistularis está diversificando su actividad, lo que limita su disponibilidad para todos los actos, pero aseguró que, con voluntad política, se podrían buscar otras opciones para mantener esta tradición en las bodas civiles.
Posibilidad de personalización de la música en las bodas
En su segunda intervención, López de Uralde defendió que la suspensión del servicio de txistularis abre la puerta a que las parejas personalicen la música de sus ceremonias. La concejala mencionó ejemplos recientes en los que algunas parejas han optado por actuaciones musicales alternativas, como la música de órgano o corales, e indicó que esta situación podría suponer una oportunidad para que cada enlace tenga un toque más personal.
«¿Por qué txistularis? Las bodas también pueden tener otras formas de música en directo o grabada, como ya hemos visto en varios casos recientes», señaló López de Uralde. Además, reiteró que el Ayuntamiento facilitará a las parejas que lo deseen la posibilidad de organizar música en directo dentro de los límites establecidos por el decreto municipal.