Un tenso episodio ha marcado este domingo la Media Maratón de Vitoria-Gasteiz debido a la huelga de celo de la Policía Local. Cerca del 80% de los agentes convocados al turno de mañana no acudieron a sus puestos, dejando las calles de la ciudad prácticamente sin patrullas. Esto obligó al Ayuntamiento a movilizar efectivos de urgencia, incluyendo escoltas de la alcaldesa y mandos en libranza, para garantizar la seguridad de los participantes.
Denuncias de boicot
El club organizador, La Blanca, ha denunciado lo sucedido como un «ataque a la ciudad», destacando las dificultades para garantizar la seguridad de una prueba que contó con más de 3.500 participantes. La huelga de celo, que comenzó la semana pasada, busca presionar al Ayuntamiento para reforzar el personal policial.
El concejal de Seguridad, César Fernández de Landa, ha propuesto incorporar agentes interinos, pero los sindicatos han rechazado esta medida, calificándola como una «línea roja».
Éxito deportivo pese a las tensiones
A pesar de las complicaciones, la Media Maratón se celebró con éxito. El atleta alavés Urko Herrán, del club LEA La Blanca, se impuso en la categoría masculina con un tiempo de 1:08:15. En la femenina, la corredora de Azkoitia Jone Zabaleta logró la victoria con un crono de 1:19:46. Según los datos de la organización, participaron 3.528 atletas.
Lo primero que hay que controlar y corregir: es el porcentaje tan alto de bajas en la policía municipal (con sanciones o avisos de pérdida de plaza si es preciso) Hay ocasiones que llega hasta el 30% y una media del 15% en 2023.
Cuando llegan oposiciones suben las bajas.
Primero controlen sus problemas y luego pidan personal si así se precisa.