El proyecto Igebelar Solar, que instalará 6.692 paneles solares en apenas 3,83 hectáreas entre Amurrio y Ayala, ha recibido el visto bueno ambiental del Gobierno Vasco sin necesidad de una evaluación ordinaria. La planta, promovida por Ventaja Solar 8, S.L., tendrá una potencia de 3,614 MWp y busca aprovechar el suelo agrario para generar energía renovable.
Alta densidad de paneles en un espacio reducido
El proyecto destaca por su densidad: 6.692 módulos fotovoltaicos distribuidos en estructuras fijas sobre un terreno menor a cuatro campos de fútbol. Cada panel, de tecnología bifacial y células monocristalinas, se instalará sin cimentación de hormigón, mediante un sistema de hincado en el suelo.
La planta contará con dos centros de transformación y 16 inversores, además de una línea eléctrica subterránea de 485 metros para evacuar la energía generada. En total, se estima una producción anual de 4.377,52 MWh, equivalente al consumo medio de más de 1.200 hogares.
Impacto en el entorno y medidas correctoras
El emplazamiento elegido es un área de uso agrario, clasificada como Paisaje Rural de Transición, sin coincidencias con espacios protegidos de la Red Natura 2000 ni cursos de agua. Sin embargo, el informe ambiental reconoce la afección a hábitats naturales y especies locales, además de la alteración visual del paisaje.
Para mitigar estos impactos, se han impuesto medidas como:
- Pantallas vegetales de especies autóctonas para reducir la visibilidad de la planta.
- Vallado permeable para la fauna, evitando una barrera ecológica.
- Control de ruido y polvo durante la fase de construcción.
- Revegetación tras la desinstalación de la planta al final de su vida útil.
Además, se exigirá un seguimiento ambiental con visitas periódicas durante los primeros años de operación.
Una aprobación con condiciones
El Gobierno Vasco ha determinado que, si se cumplen las medidas correctoras, la planta no tendrá un impacto ambiental significativo. Por ello, el proyecto no deberá someterse a una evaluación ordinaria.
La resolución se publicará en el Boletín Oficial del País Vasco y tendrá una vigencia de cuatro años. Si la planta no se construye en ese plazo, el promotor deberá iniciar un nuevo proceso de evaluación ambiental.