Fundación Vital ha sido una de las piezas clave en la compra de Talgo por parte del consorcio vasco. La entidad ha invertido 20 millones de euros en la operación con un objetivo claro: mantener el arraigo de la empresa ferroviaria en Álava y asegurar el empleo en la planta de Rivabellosa.
“Nuestro compromiso ha sido, en todo momento, garantizar que Talgo siga ligado a la sociedad alavesa”, ha subrayado el presidente de Fundación Vital, Jon Urresti.
Una inversión con condiciones
La apuesta de Fundación Vital en esta operación ha estado sujeta a tres condiciones fundamentales:
- – Que la sede social y fiscal de Talgo se establezca en Álava.
- – Que se mantengan los 750 empleos directos de la fábrica de Rivabellosa.
- – Que la empresa desarrolle nuevos proyectos que generen más empleo en el territorio.
Urresti ha destacado la importancia de esta decisión para el futuro de la industria alavesa: “Álava refuerza aún más si cabe su posicionamiento como territorio líder en el sector industrial”.
Rivabellosa, un pilar económico para Álava
El municipio de Ribera Baja acoge la mayor fábrica de Talgo y es un motor clave para la economía local. La planta da empleo a 750 personas de forma directa y genera cerca de 5.000 empleos indirectos.
Desde Fundación Vital, han insistido en que una posible deslocalización de Talgo habría supuesto un impacto negativo para el territorio. “Su deslocalización hubiera supuesto un duro golpe para Álava y Euskadi”, ha señalado Urresti.
Un acuerdo que blinda el empleo
La compra de Talgo por parte del consorcio vasco se ha cerrado con una inversión total de 177 millones de euros. Fundación Vital ha participado junto a Sidenor, el Gobierno Vasco y la BBK, que han sumado esfuerzos para garantizar el control vasco de la empresa.
El lehendakari Imanol Pradales ha respaldado la operación, destacando que “este acuerdo refuerza el empleo industrial y el arraigo de Talgo en Euskadi”.
Por su parte, el diputado general de Álava, Ramiro González, ha señalado que “supone recuperar una empresa con alma alavesa y refuerza nuestro tejido industrial”.
El futuro de Talgo en Álava
Aunque el acuerdo asegura la permanencia de Talgo en Euskadi, la empresa afronta retos importantes. A pesar de tener pedidos por más de 4.000 millones de euros, ha sufrido retrasos en la entrega de trenes a Renfe, lo que ha derivado en penalizaciones de 116 millones de euros.