La situación laboral en el Diario de Noticias de Álava ha saltado al Parlamento Vasco. Esta mañana, los periodistas y representantes sindicales del periódico, Begoña Martín y Borja Lazkano, han comparecido en comisión para explicar en detalle los graves problemas que sufre la plantilla: sueldos congelados desde hace más de una década, uso no informado de inteligencia artificial, condiciones laborales irregulares, brecha salarial por razón de sexo y episodios de acoso ignorados por la empresa
Ambos han pedido a los grupos parlamentarios una intervención política urgente. Reclaman un convenio propio para el sector de prensa en Euskadi y exigen que parte del dinero público que reciben los medios se vincule obligatoriamente a la mejora de las condiciones laborales.
“Llevamos 20 años atrapados en la precariedad. Somos periodistas, sí, pero también trabajadores. Y no podemos más”, ha resumido Lazkano.
Un deterioro constante desde 2004
Begoña Martín ha empezado su intervención con una declaración personal que refleja el estado de ánimo de la plantilla:
“En el año 2004 pisé por primera vez la redacción de un periódico. La ilusión, los sueños por cumplir, las ganas por empezar a escribir al terminar la carrera… una vocación que ha desaparecido. Se ha convertido en una auténtica pesadilla laboral”.
Ha detallado que trabajan sin horarios, sin compensación por horas extra, con sueldos que no se actualizan desde hace más de 15 años y con pagos que llegan tarde y sin fecha fija. También ha afirmado que hay una brecha salarial sexista y que han existido situaciones de acoso que “han sido silenciadas o incluso ignoradas”.
Huelga de firmas
Desde el 2 de diciembre de 2024, los trabajadores están en huelga de firmas. No firman sus artículos. “Ya no nos sentimos identificados con el Diario de Noticias de Álava”, ha explicado Lazkano.
La empresa, según denuncian, ha intentado ocultar el impacto de la protesta sustituyendo las firmas por las de becarios, colaboradores e incluso trabajadores de otra empresa del grupo, Noticias de Taldea Multimedia (NTM), que, según aseguran, también incumple el convenio de prensa.
Además, cada martes se concentran frente a la sede del periódico en Vitoria-Gasteiz como forma de mantener la presión pública.
“Cobramos 1.300 euros y el periódico recibe millones en ayudas”
Uno de los puntos centrales de la comparecencia ha sido el contraste entre los bajos salarios y la financiación pública del medio.
“Cobramos sueldos de miseria de apenas 1.300 euros, mientras que el periódico ingresa miles de euros al año de dinero público del Ayuntamiento, la Diputación de Álava y el Gobierno Vasco”, ha dicho Martín.
Según los datos aportados, entre 2018 y 2023 el Diario de Noticias de Álava ha recibido más de 1.300.000 euros. Solo en 2023 obtuvo 140.000 euros por los efectos de la pandemia, y en 2024, otros 337.000 euros para paliar los efectos de la inteligencia artificial.
Por eso, proponen introducir cláusulas en los contratos de publicidad institucional:
“Pedimos que al menos un porcentaje se destine directamente a asegurar unos salarios dignos”, ha reclamado Martín.
Convenio estatal que no se cumple y bloqueo de la negociación
La plantilla está actualmente regida por el convenio estatal de prensa. Sin embargo, denuncian que durante años no se aplicó, y que la empresa solo empezó a cumplir partes de él tras la entrada del nuevo comité en 2024 y la presentación de varias denuncias ante la Inspección de Trabajo.
“En 2019 ya se había actualizado el convenio, pero no se nos aplicó. Nos dimos cuenta cuando accedimos a la documentación y vimos que llevábamos años cobrando por debajo”, ha explicado Martín.
También intentaron negociar un convenio de empresa, pero la dirección rechazó desde el principio la propuesta de mínimos presentada por los trabajadores.
“La negociación está bloqueada. Ni se han leído nuestra plataforma. Insisten en que se regirán por el estatal, pero ni eso cumplen”, ha denunciado.
Una plantilla reducida, salarios de hace 13 años
Lazkano ha explicado que la plantilla se ha reducido de 55 personas en 2012 a 35 en la actualidad. Muchos son becarios o estudiantes en formación dual, y no se cubren las bajas.
“Nos bajaron el sueldo un 6 % en 2012 para evitar despidos. Luego despidieron al 20 %. Hoy hay gente que cobra menos que en 2012”.
Según sus cálculos, la pérdida de poder adquisitivo desde entonces supera el 35 %. No se pagan pluses por nocturnidad, jefaturas o antigüedad. Y la nocturnidad solo se empezó a pagar recientemente, tras 20 años sin hacerlo, gracias a una denuncia ante Inspección de Trabajo.
“Mi nocturnidad supone 2,90 euros la hora. Hago unas 6 al mes, son 18 euros. Eso, dijeron, ponía en peligro la viabilidad de la empresa”, ha ironizado Lazkano.
Brecha salarial, presiones y contratos irregulares
Ambos representantes han denunciado diferencias salariales por razón de género en los puestos de responsabilidad:
“A una mujer se le ofrecieron 5.000 euros menos por el mismo cargo. Todas las mujeres en puestos de dirección han cobrado entre 3.000 y 5.000 euros menos que los hombres”, ha afirmado Lazkano.
También han hablado de amenazas, coacciones y contratos que impiden el acceso a la asesoría sindical. Y han señalado que hasta diciembre de 2023 la empresa no contaba con ningún protocolo de acoso a pesar de que hubo casos graves protagonizados por altos cargos.
“La empresa nos pedía que ocultáramos esos casos. Miraban hacia otro lado”, ha denunciado.
En diciembre, Inspección de Trabajo obligó al periódico a incorporar a dos fotógrafos que llevaban años trabajando como falsos autónomos.
Uso de inteligencia artificial sin informar al lector
Uno de los puntos más preocupantes para el comité ha sido el uso de inteligencia artificial para elaborar noticias, especialmente para la web, sin transparencia.
“Desde el comité hemos tenido que denunciar que la empresa está utilizando inteligencia artificial sin avisar ni a los periodistas ni a los lectores. Nos parece una falta de ética absoluta”, ha afirmado Martín.
La empresa primero negó el uso de IA, luego alegó desconocimiento y finalmente justificó que “todos lo hacen”. Sin embargo, los trabajadores insisten:
“El que lo hace, lo dice. Lo que no se puede hacer es engañar al lector. Además, el Gobierno Vasco dio 337.000 euros precisamente para paliar los efectos de la IA, no para que se utilice sin control”.
“Queremos poder hacer nuestro trabajo sin malgastar energía en sobrevivir”
La intervención ha concluido con una petición clara: dignidad profesional, sueldos justos y condiciones laborales básicas.
“El salario que pedimos para un redactor en 2024 es de 25.000 euros brutos. Ahora estamos en poco más de 22.000, con 1.300 euros al mes en 14 pagas. Es el mínimo”, ha dicho Lazkano.
“Queremos que nuestra presencia aquí sirva para algo. No queremos volver a esta situación. Luchamos por nuestro trabajo, pero también por nuestras vidas”.
