La manifestación de Falange en Vitoria celebrada este domingo 12 de octubre en la Plaza de la Provincia de Vitoria-Gasteiz ha dejado decenas de heridos, 19 personas detenidas, destrozos en el mobiliario urbano y un profundo debate político e institucional. Más allá de los enfrentamientos, una pregunta se ha impuesto desde entonces: ¿quién ha autorizado la marcha y por qué se ha permitido que se celebrara en el centro de la ciudad?
El foco de la polémica no se sitúa solo en los altercados, sino también en el origen administrativo de la concentración, que ha tenido lugar en un espacio institucional y público gestionado por la Diputación Foral de Álava. La explicación oficial ha llegado este lunes a través del consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, quien ha confirmado que la concentración fue comunicada hace 20 días por el jefe nacional de Falange Española y autorizada conforme a la ley, ya que “Falange es una organización legal”.
Una manifestación comunicada con 20 días de antelación
Zupiria ha explicado que el acto ha sido solicitado con la antelación exigida por ley y tramitado de forma reglamentaria. “La persona que ha solicitado la autorización es el jefe nacional de Falange Española, y como tal es responsable tanto de la convocatoria como de los incidentes que puedan ser imputables a quienes han participado en ella”, ha señalado.
Preguntado por los gestos realizados durante la marcha —como saludos fascistas y el canto del “Cara al sol”—, ha confirmado que el Área de Recursos Tácticos (ART) está analizando los materiales audiovisuales grabados durante toda la jornada: “Si se detectan comportamientos ilegales, se actuará conforme a la ley”.

¿Es legal autorizar un acto de Falange en Euskadi?
La legalidad del acto ha sido el principal argumento que ha esgrimido el Gobierno Vasco para justificar su autorización. “Nos guste o no nos guste, la concentración ha cumplido los requisitos legales”, ha insistido Zupiria. También ha recalcado que el Ejecutivo autonómico no tiene competencias para prohibir partidos ni manifestaciones si estas cumplen con la normativa: “A mí, Falange y el pensamiento que representa me produce una repugnancia tremenda. Pero como consejero de Seguridad no soy nadie para ilegalizar partidos ni impedir actos legales”.
Ha recordado que es competencia exclusiva de los tribunales prohibir partidos políticos y, si fuera necesario, del Parlamento modificar las leyes que regulan estas situaciones.
La cesión de la Plaza de la Provincia, en el centro de las críticas
El lugar en el que se ha celebrado la manifestación ha suscitado críticas específicas. Elkarrekin Podemos-IU ha solicitado la comparecencia urgente del diputado general de Álava en las Juntas Generales para que dé explicaciones por la cesión del espacio público de la Plaza de la Provincia a una organización de ideología fascista.
Su portavoz, David Rodríguez, ha afirmado que autorizar el acto “contraviene la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi”. Y ha añadido: “Permitir ese tipo de actos frente a una sede institucional supone una grave irresponsabilidad política”.
“No hemos logrado garantizar la seguridad”, reconoce Zupiria
Zupiria ha admitido que el operativo desplegado este domingo no ha conseguido su objetivo principal: garantizar la seguridad en las calles. “Es evidente que ayer no logramos garantizar la seguridad en las calles de Vitoria”, ha reconocido. “La actuación violenta e ilegal de grupos de manifestantes ha creado una sensación de caos durante varias horas, ha obligado a intervenir a la Ertzaintza y no ha permitido el uso pacífico del espacio público a la ciudadanía”.
A pesar de ello, ha reiterado que “los únicos responsables de los disturbios son las personas que con su comportamiento violento y totalitario han puesto en peligro a la ciudadanía y han dañado el patrimonio urbano”.
Una violencia “organizada y planificada”
Durante su comparecencia, Zupiria ha sostenido que la violencia no ha sido una reacción espontánea, sino organizada: “No estamos ante algo que surge de la nada. Las imágenes muestran una violencia organizada, con preparación previa. Esto obliga a la Ertzaintza a analizar con más detalle estas actuaciones violentas y totalitarias y a prestar mayor atención a la violencia urbana”.
Ha señalado que algunos grupos han empleado tácticas de sabotaje urbano: “Se han enfrentado a los agentes, han levantado adoquines, han utilizado mobiliario como barricadas y han provocado incendios”.
19 personas detenidas: todas vinculadas a la contraprotesta
La Ertzaintza ha detenido a 19 personas por su implicación en los disturbios. Tienen entre 18 y 38 años y, según el Gobierno, ninguna de ellas pertenece al grupo de manifestantes de Falange. El reparto geográfico de los detenidos es el siguiente:
- Álava: 5
- Bizkaia: 5
- Gipuzkoa: 4
- Navarra: 4
- Iparralde: 1
A estas personas se les acusa de vandalismo, desórdenes públicos y lanzamiento de objetos peligrosos. La mayoría han sido puestas en libertad durante la madrugada del lunes, y deberán comparecer ante la justicia en los próximos días.
20 agentes heridos y otras personas contusionadas
Zupiria ha informado de que 20 agentes de la Ertzaintza han resultado heridos como consecuencia de los altercados. “Han tenido que ser atendidos en la mutua, y les deseo a todos y todas una pronta recuperación”, ha expresado.
Aunque no se han registrado heridos graves, también ha habido contusiones entre manifestantes y viandantes. El Gobierno no ha ofrecido cifras totales, aunque ha reconocido que se ha producido “una situación de riesgo generalizado”.
Ningún detenido entre los asistentes a la manifestación de Falange
El consejero ha confirmado que no se ha detenido a ninguna persona vinculada a la marcha de Falange. “Sí se ha identificado a la persona responsable de la comunicación del acto, y la investigación determinará si se han producido infracciones por parte de los asistentes”, ha explicado.
Ante las preguntas sobre los cánticos y gestos realizados durante el acto —como el saludo fascista—, Zupiria ha respondido que la investigación sigue en curso y que serán los tribunales los que deban determinar si ha habido vulneraciones legales: “No será la Ertzaintza quien decida qué entra o no entra dentro de la ley”.
Reacciones políticas
Además de Elkarrekin, EH Bildu ha criticado duramente la autorización del acto, calificándolo de “inadmisible” en un contexto de auge de la ultraderecha. La formación soberanista considera que permitir manifestaciones de grupos fascistas “atenta contra la convivencia” y ha mostrado su rechazo a “cualquier intento de equiparar a antifascistas con fascistas”.
Por su parte, el Partido Popular ha centrado sus críticas en la gestión del operativo policial. Considera que los agentes han sido “abandonados” por la dirección de la Ertzaintza, lo que ha llevado al sindicato ERNE a exigir el cese de la cúpula policial. Zupiria ha evitado polemizar, aunque ha asegurado que “se analizará todo lo ocurrido con el rigor habitual”.
¿Se puede prohibir una concentración de un partido legal?
Sobre si Falange debería ser ilegalizada, Zupiria ha sido tajante: “No es competencia del Gobierno ni de mi departamento. Son los tribunales quienes pueden ilegalizar partidos políticos. Y si hay responsables políticos que consideran que hay que modificar la ley, ya saben qué hacer”.
¿Qué dice la Ley de Memoria Democrática?
La Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi prohíbe expresamente los homenajes y símbolos que ensalcen dictaduras o atenten contra la dignidad de las víctimas, pero no permite vetar una concentración si esta ha sido comunicada legalmente y no ha sido prohibida por un juez.
Este equilibrio entre libertad de expresión y memoria democrática es el que, por el momento, permite que partidos como Falange —aunque con escasa representación— puedan celebrar actos públicos bajo protección legal.
Zupiria ha asegurado que se revisarán los materiales gráficos del 12 de octubre y que la investigación sigue abierta. También ha indicado que la Ertzaintza evaluará su propio dispositivo de seguridad para detectar posibles errores.