El consorcio vasco encabezado por la empresa Sidenor ha formalizado la firma del contrato de compraventa de una participación del 29,76 % en Talgo, una operación valorada en 156,7 millones de euros. Aunque el acuerdo entre las partes ya ha sido cerrado, la operación aún no se ha ejecutado: el traspaso efectivo de las acciones está pendiente de los trámites legales y regulatorios obligatorios.
Participación estratégica
La operación supone la adquisición de casi un tercio de Talgo, considerada una empresa estratégica en el sector ferroviario. El consorcio comprador está integrado por Sidenor, las fundaciones BBK y Vital, el Gobierno Vasco y el fondo público Finkatuz. La participación será adquirida a la sociedad Pegaso Transportation, un vehículo controlado hasta ahora por el fondo Trilantic Capital Partners.
El precio acordado es de 4,25 euros por acción, lo que eleva el valor de la operación a un total de 156,7 millones de euros.
Firma del contrato, pendiente de ejecución efectiva
El contrato se firmó este jueves, 7 de noviembre, y se ha comunicado oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, la transferencia de las acciones no será efectiva hasta que se completen los procedimientos legales y regulatorios correspondientes.
Según lo comunicado, el cierre definitivo de la operación deberá producirse antes del 31 de enero de 2026.
Operación con respaldo institucional
La entrada del consorcio vasco en el capital de Talgo cuenta con el respaldo tanto del Gobierno Vasco como del Gobierno de España, que han intervenido para facilitar la operación y garantizar que la compañía mantenga su control en manos estatales o vascas. En los últimos meses, Talgo había sido objeto de interés por parte de inversores internacionales como el fondo polaco PFR Fundusz Rozwoju o la empresa húngara Ganz‑MÁVAG European Zrt., pero estas operaciones fueron bloqueadas por razones de seguridad nacional.
Además de su valor estratégico, la operación busca reforzar el control industrial desde Euskadi en un momento en el que Talgo afronta retos industriales, procesos de refinanciación y sanciones por retrasos en la entrega de trenes.
Sidenor, con sede en Basauri y planta en Vitoria-Gasteiz, lidera la operación a través de su estructura industrial y financiera. La empresa participa como parte del consorcio comprador que busca tener presencia activa en la gobernanza de Talgo.




