A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos que circulen por las carreteras españolas deberán estar equipados con una baliza luminosa V-16 conectada, que sustituirá definitivamente a los tradicionales triángulos de emergencia. Con apenas mes y medio para que expire el plazo legal, muchos conductores todavía desconocen las implicaciones de esta nueva obligación.
La baliza V-16 es un dispositivo de preseñalización de color amarillo que emite una luz intermitente de 360º durante al menos 30 minutos. Su principal novedad es que está conectada a la plataforma DGT 3.0, transmitiendo en tiempo real la ubicación exacta del vehículo inmovilizado, lo que permite alertar a otros conductores antes de que lleguen al punto del incidente.
Según un informe publicado por la consultora Impulso by PONS, el incumplimiento de esta normativa puede acarrear consecuencias en cinco ámbitos diferentes: administrativo, civil, penal, asegurador e industrial.
Sanciones administrativas y económicas
En el plano administrativo, la responsabilidad recae tanto en el propietario del vehículo —por no dotarlo de la baliza obligatoria— como en el conductor que no la utilice correctamente. Las multas económicas oscilan entre 80 y 200 euros.
Responsabilidad civil y penal
Las consecuencias pueden ir mucho más allá de una simple multa. Si la falta de señalización provoca daños a terceros, como un accidente entre vehículos o un atropellamiento, el conductor puede ser considerado responsable directo y enfrentarse a reclamaciones judiciales e indemnizaciones.
En casos graves, si la omisión de señalización causa lesiones o muertes, el conductor podría ser acusado de imprudencia grave, lo que conlleva penas de prisión y la privación del derecho a conducir.
Problemas con el seguro
Por si fuera poco, las compañías aseguradoras pueden considerar la falta de señalización como negligencia grave y excluir la cobertura del siniestro. Además, si la aseguradora ya ha pagado indemnizaciones a terceros, podría reclamar esas cantidades al conductor mediante la acción de repetición.
Dispositivos certificados
El informe advierte también sobre la importancia de adquirir dispositivos certificados y no manipularlos. Los conductores que utilicen balizas no homologadas o manipuladas pueden perder la presunción de buena fe, complicando su defensa legal en caso de incidente.
Los conductores tienen hasta el 31 de diciembre para equipar sus vehículos con este nuevo dispositivo y evitar las sanciones previstas.
Fotografía cortesía de Depositphotos.

