Las ayudas municipales para rehabilitar viviendas en el Casco Viejo no están llegando a las familias con menos recursos. Esa es la principal conclusión que se desprende de los datos aportados por el concejal de Urbanismo, Borja Rodríguez, en la Comisión de Modelo de Ciudad, a partir de una pregunta formulada por el concejal de Elkarrekin, Óscar Fernández. La línea, dotada con 3,6 millones de euros entre 2022 y 2025, cierra su último ejercicio con una ejecución que apenas alcanza el 36%, una cifra prácticamente idéntica a la de ejercicios anteriores, pese a tratarse de una de las zonas con mayor deterioro residencial y mayor vulnerabilidad socioeconómica de la ciudad.
El diseño de la convocatoria obliga a las personas propietarias a adelantar el coste total de las obras antes de recibir la ayuda, algo que para las rentas más bajas resulta imposible de asumir. Ese requisito es, según los propios datos expuestos en la comisión, el principal motivo por el que las familias con menos ingresos del Casco Medieval están quedando fuera de un programa creado precisamente para atender sus necesidades. El Ayuntamiento ha reconocido que este problema persiste y que la convocatoria “no ha llegado a los vecinos y vecinas como nos hubiese gustado”, aunque por el momento no existe una medida concreta que elimine la obligación de adelantar el dinero.
Un 37% de ejecución
Los datos muestran que la ejecución acumulada de las ayudas desde 2022 se mantiene prácticamente inmóvil. Con un presupuesto anual de 1,1 millones en 2022, 500.000 euros en 2023 y un millón tanto en 2024 como en 2025, el balance total apenas se ha movido desde los porcentajes registrados a principios de año. Hasta marzo, solo se había ejecutado un 38% de los 2,6 millones correspondientes a los tres primeros ejercicios. Con la actualización realizada por el Ayuntamiento este lunes, la cifra total de 2025 queda en 353.000 euros, lo que mantiene la ejecución global entre el 36% y el 37%.
Durante el ejercicio 2025 se han presentado 93 solicitudes, de las cuales se ha aceptado aproximadamente un 70%. Sin embargo, el importe concedido vuelve a situarse muy lejos del millón de euros previsto para este año. Los motivos de rechazo de solicitudes —exceso de ingresos, obras no incluidas en la convocatoria o desistimientos— confirman que la clave del problema no es la falta de demanda, sino la dificultad real para que las familias con menos recursos puedan ejecutar las obras y justificar los gastos.
Nuevo sistema de tramos de renta en las ayudas a la rehabilitación del Casco Viejo
El Ayuntamiento prepara una nueva convocatoria para 2026 y 2027, con un millón de euros por año y una serie de modificaciones orientadas a ampliar las actuaciones subvencionables, adaptar las bases a la Ordenanza Municipal de Subvenciones y mejorar la cobertura en función del nivel de ingresos. El nuevo modelo incluirá, entre otras cuestiones, gastos de administradores de fincas, honorarios técnicos de la ITE, costes para constituir comunidades de propietarios y bonificaciones adicionales para la instalación de ascensores, además de un nuevo sistema de tramos de renta ponderada entre menos de 17.000 euros y hasta 50.000 euros. También se incrementarán los porcentajes para personas mayores o con discapacidad y se ampliará el plazo para justificar las obras de uno a tres meses.
Todas estas modificaciones buscan acercar la convocatoria a las necesidades reales del Casco Medieval, pero el problema de fondo sigue sin resolverse porque las familias con menos ingresos continúan obligadas a adelantar el coste total de la rehabilitación antes de recibir la ayuda. El Gobierno municipal asegura que está estudiando “distintas fórmulas” para evitar que ese adelanto sea un requisito imprescindible, aunque de momento no se ha concretado ninguna medida. Mientras tanto, el programa cierra su ciclo 2022-2025 con un dato que resume su alcance real: solo un tercio del presupuesto ha sido utilizado, y las rentas más bajas, que deberían ser su principal destinatario, continúan sin poder acceder a él.

