La Guardia Civil de Álava ha dirigido una operación que ha permitido desarticular una organización criminal internacional dedicada a cometer estafas online, usurpar identidades, falsificar documentos y blanquear capitales. El grupo habría estafado a más de 400 personas y obtenido beneficios superiores a los 320.000 euros.
Un fraude que comenzaba con la usurpación de identidades
El funcionamiento de la red comenzaba con la suplantación de identidad de personas reales, cuyos datos personales se utilizaban para contratar fraudulentamente líneas telefónicas de prepago. Con estas líneas, los miembros de la organización contactaban con víctimas a través de plataformas de compraventa, simulando operaciones comerciales.
Una vez ganada la confianza de los compradores, se formalizaban los pagos a través de Bizum, transferencias bancarias o incluso con el envío de productos electrónicos. Sin embargo, las víctimas nunca recibían el producto o este acababa en manos de la organización.
Los objetos obtenidos eran enviados a direcciones controladas por el grupo y posteriormente revendidos en comercios de segunda mano. Parte del dinero era transferido a Nigeria mediante envíos fraccionados para evitar ser detectados.
Registros en Miranda, Bilbao y Barakaldo
Durante la operación, denominada Ciganky, se realizaron tres registros en viviendas situadas en Miranda de Ebro, Bilbao y Barakaldo. En ellos se intervinieron más de 150 tarjetas SIM de prepago, móviles, televisores, documentación falsificada, contratos de telefonía, tarjetas monedero y un dispositivo para transferir criptomonedas.
El dispositivo policial también ha identificado a más de 100 personas como presuntas autoras de delitos de estafa continuada, usurpación de estado civil, falsificación documental, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Además, se ha localizado a 34 miembros de la trama en Nigeria.
Víctimas en todas las provincias
El número total de víctimas supera las 400, con afectados en todas las provincias españolas, así como en Italia y Francia. Muchas de estas personas desconocían que su identidad había sido utilizada de forma fraudulenta.

