El personal de la clínica privada Quirón de Vitoria-Gasteiz piden a la empresa mejoras en el convenio laboral caducado a finales de 2017. Piden que se les aplique la subida del IPC más un 2% a toda la plantilla y un suplemento de un 3% a los que llevan más de cinco años en la empresa. El convenio terminó a finales de 2017 y no fue hasta finales de 2018 cuando se comenzó a negociar, sin éxito por el momento, el nuevo. Según Miguel Serrano, del comité de empresa, la negociación iba por buen camino hasta que la empresa presentó sus “escasas” propuestas estando muy alejadas de las que las trabajadoras pedían.
Serrano nos ha declarado que “hay precariedad laboral” y que “los sueldos son bajos” llegando haber una diferencia de hasta 300 euros al mes en puestos del mismo rango. Esta diferencia se debe a que la empresa ya pagó la «fidelización» en 2010 un 3%, 2011 un 3% y 2012 un 4% a los que ya estaban allí pero no a los que se incorporaron a trabajar después de esa fecha. Esta situación hace que muchos de los trabajadores se marchen a trabajar a otros hospitales y a Osakidetza. “Con el pago de la fidelización se podría evitar que las compañeras se fueron a la sanidad pública” ha lamentado Serrano.
La empresa justifica la no aplicación al alto número de bajas, que a su parecer, existe entre la plantilla. Algo que no han podido demostrar protegiéndose en la ley de protección de datos.