
En 2015 la Torre de Hurtado de Mendoza, declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1984, se encontraba en una situación de deterioro grave por varias razones, entre otras por la falta de cubierta en algunas zonas y por la presencia de elementos estructurales dañados y zonas puntualmente derrumbadas en otras. Interiormente, los materiales desprendidos podían producir su colapso y el deficiente estado de conservación de las cubiertas estaba permitiendo la entrada de agua al interior con el consiguiente deterioro de la estructura y de los acabados interiores. “Existía un riesgo de pérdida irreversible de su valor patrimonial, cultural y arquitectónico”, ha comentado Martínez de Luna. Tras proceder a su vallado inmediato, en 2016 se iniciaron los trabajos de restauración, los cuales fueron llevados a cabo por fases. La inversión en el edificio histórico ha rondado los 600.000 euros
Ese mismo año se procedió a la limpieza del escombro acumulado en el interior de los edificios principales, la retirada del material de cubierta y al desmontaje controlado de los elementos en mal estado sin posibilidad de recuperación. Todo ello antes de reponer los elementos estructurales dañados por nuevos y colocar, entre otros un nuevo material de cubierta a base de teja cerámica, consolidando, reparando y rejuntando las fachadas, respetando y revalorizando la estratigrafía del edificio, es decir los elementos arquitectónicos de las diversas épocas.
En 2017 llegó el turno de los edificios anexos, las antiguas escuelas del pueblo y los edificios de servicios-cochera y cocina del Palacio, además del entorno que incluye la barbacana y el foso perimetral. “Al igual que en la anterior fase se realizaron las labores de limpieza del escombro acumulado y la reposición de los elementos estructurales dañados por nuevos”, ha subrayado la diputada. Es más, en esta misma fase también se contó con el servicio de restauración para el interior del palacio, llevando a cabo la consolidación previa de los revestimientos murales interiores y el estudio y la retirada del papel pintado. Estas labores de restauración requirieron de la elaboración de documentación geométrica y fotogramétrica interior de detalle.