El Ararteko estudia el trato que se presta en la primera atención a las víctimas de violencia de género cuando acuden a dependencias policiales a denunciar un hecho delictivo o a solicitar protección después de que recibirán una queja en la que se reflejaba la primera atención que se prestó desde el interior de la sala de la recepción donde un agente realizó diversas preguntas a la persona demandante del servicio policial, situada al otro lado de una mampara pero siempre en la misma zona común de la recepción.
Según ha denunciado Ararteko, la solicitante del servicio policial tuvo que explicar la razón de su presencia allí y contestar a las preguntas que se le formulaban de un modo que permitía que las demás personas presentes en esa zona a la espera de ser atendidas oyeran lo que se decía.
Dado que el problema suscitado podrían afectar no sólo a las víctimas de la violencia de género, sino también a otras personas que acuden a comisaría en demanda de un servicio policial, el Ararteko ha considerado oportuno iniciar una actuación de oficio con el fin de poder conocer cómo se presta en general esa primera atención y cómo se garantiza que la información que se proporciona en ese primer momento no pueda ser oída por otras personas que se encuentren en el mismo recinto a la espera de ser atendidas.