
Con las elecciones al Parlamento Europeo en el horizonte, en las que más de 500 millones de ciudadanos están llamados a las urnas entre el 23 y el 26 de mayo, el 45% de los españoles admite su desinterés por las elecciones europeas y solo el 12% confiesa estar muy interesado en la próxima cita electoral en Europa, según recoge el informe ‘Global Advisor sobre las elecciones al Parlamento Europeo 2019’.
El informe elaborado por IPSOS entre el 22 de marzo y el 5 de abril de 2019 en 28 países del mundo, entre los que se encuentran Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, España, Hungría, Polonia, Serbia y Suecia, concluye que en Europa, los países con mayor interés en las elecciones al Parlamento Europeo son Italia, Polonia y Hungría (65%, 63% y 56% respectivamente), mientras que los franceses, belgas y británicos se encuentran entre los menos interesados (44%, 41% y 36% respectivamente).
Las elecciones europeas se celebran cada cinco años y cada Estado miembro dispone de un número fijo de diputados al Parlamento Europeo. Sin embargo, sólo la mitad (51%) de los europeos sabe que los diputados al Parlamento Europeo son elegidos por sufragio directo. El conocimiento de los españoles se sitúa tres puntos por encima de la media y el 54% es consciente de que sus representantes son elegidos directamente por los ciudadanos de cada uno de los Estados miembros que representan.
El 32% de los españoles no cree que los partidos antieuropeos ganen las elecciones europeas
Los europeos están divididos en cuanto al ascenso del movimiento de los partidos antieuropeos en estas elecciones, un 23%considera que ganarán y un 24% que no lo harán. En Italia, dos de cada cinco ciudadanos (42%) considera que los partidos antieuropeístas ganarán las próximas elecciones.
Entre 2013 y 2018, han emergido 43 nuevos partidos y alianzas en los Veintiocho que están cambiando la cara política de Europa. No obstante, uno de cada tres (35%) está de acuerdo en que en las elecciones a la Eurocámara es demasiado arriesgado elegir nuevos partidos políticos con ideas radicales para el cambio; belgas (41%) y alemanes (39%) son los que más arriesgado lo consideran. En España, el 21% de los encuestados no considera a los nuevos partidos radicales como una amenaza.
El castigo a los partidos tradicionales ha sido una constante en los últimos años, el informe de IPSOS revela que el apoyo es bajo, en España sólo el 19% afirma que deberían seguir votando a los partidos políticos que ya han estado en el poder. Hungría (49%), Italia (39%), Bélgica (39%) y Francia (38%) son los más críticos con los partidos tradicionales ante la próxima cita electoral.
Aún así, los ciudadanos están más satisfechos con el nivel de la democracia de la Unión Europea (29%) que con la de sus propios países (26%). Los polacos (46%) son los más satisfechos con la democracia de la Unión Europea, los españoles (34%) son los segundos mientras que los italianos (25%), británicos (25%) y franceses (19%) son los menos satisfechos.
La mitad de los europeos cree que las cosas en la Unión Europea van por el mal camino
El 48% de los ciudadanos de los Estados miembros afirma que las cosas en la Unión Europea no van por el buen camino, aunque esta percepción mejora con respecto al 57% de hace dos años. Los países más pesimistas son Italia (57%), Francia (54%) y Gran Bretaña (52%), mientras que Polonia (40%) y España (41%) son menos negativos. Sin embargo, con la excepción de Alemania, los diez países europeos incluidos en este informe, son ahora menos pesimista que en 2017.
Sobre si la Unión Europea mejoró o empeoró los efectos de la crisis económica, los europeos también son menos negativos que en 2017. Ahora sólo uno de cada cuatro considera que la UE empeoró la crisis en su país (26%, frente al 36% en 2017) mientras el 27% piensa que la UE mitigó el impacto de la crisis. El 30% de los españoles piensa que la Unión Europea ayudó a reducir los efectos de la crisis económica.
Además, el informe también revela que casi la mitad de los europeos (45%) cree que las normas de la Unión Europea favorecen a las élites en el poder, siendo Serbia (65%) país aspirante a miembro el que más ha mostrado su malestar, seguida de Bélgica, Italia (ambos 50%) y España (47%). Por otro lado, la mitad de los europeos (52%) también cree que los líderes de la Unión Europea no se preocupan por personas como ellos. Serbia (58%), Bélgica (57%) y Francia (56%) son los que más molestos se muestran y Alemania (48%) y Polonia (47%) los que menos.
¿Ha sido un éxito el proyecto de la Unión?
Los ciudadanos de los 28 países encuestados consideran que el proyecto europeo ha tenido más éxitos (29%) que fracasos (15%). Asimismo, la mitad de los encuestados (51%) piensa que el proyecto europeo ha hecho a Europa más fuerte hoy de lo que habría sido sin su creación. Solo el 14% piensa que ha hecho a Europa más débil. En España, también cerca de la mitad de la población (47%) valora positivamente el fortalecimiento del viejo continente desde la creación de la Unión Europea en 1993.
Los europeos también son positivos en cuanto al impacto del proyecto europeo en sus propios países, aunque no en la misma medida. Polonia (62%) y Hungría (45%) son los más convencidos, mientras que los que menos lo creen son Italia (28%), Francia (25%) y el Estado miembro aspirante, Serbia (24%). La opinión de los españoles se sitúa seis puntos por encima de la media y el 47% piensa que formar parte de la Unión Europea ha hecho más fuerte a España.
Los europeos reconocen los beneficios que el proyecto europeo ha aportado para facilitar los viajes y el comercio entre los Estados miembros de la UE. Casi tres cuartas partes (73%) dicen que la UE ha hecho una contribución positiva con la facilidad de viajar por Europa, mientras que dos tercios (66%) dicen que ha tenido un impacto positivo en el comercio entre las naciones europeas y el 60% dice lo mismo con respecto a la variedad de bienes y servicios disponibles. Una mayoría (59%) de los europeos también está de acuerdo en la contribución positiva que el proyecto ha hecho a las relaciones pacíficas entre las naciones europeas.
Sin embargo, los europeos están menos convencidos de la contribución del proyecto a la mejora de los niveles de vida y de inmigración. Cuatro de cada diez (38%) dicen que ha tenido un impacto negativo, siendo más alto en Bélgica (46%), Italia (44%), Suecia (44%) y Francia (43%). En España, el 27% afirma que ha tenido un impacto negativo y el 34% positivo.
La prioridad más importante para los españoles es reducir la pobreza y la desigualdad social
Con la mirada puesta en el futuro, los españoles consideran que las prioridades más importantes para la Unión Europea en los próximos años deberían ser: reducir la pobreza y la desigualdad social (57%), creación de crecimiento económico y empleo (50%), luchar contra la fraude fiscal (34%), protección del medio ambiente (33%), reducir la inmigración ilegal procedente de fuera de la UE (25%) y luchar contra la delincuencia organizada y el terrorismo (24%).