
Emakunde confirma que el patriarcado sigue dominando el día a día de las mujeres y pide nuevos sistemas conceptuales para contabilizar las responsabilidades.
El Instituto Vasco de la Mujer ha publicado un estudio relacionado por el equipo de Jule Goikoetxea, Lore Etxeberria, Estitxu Garai y Nora Miralles donde analizan los mecanismos que el patriarcado reproduce en el día a día de la vida de una mujer; las relaciones patriarcales en el trabajo remunerado, en el trabajo no remunerado, en el régimen de bienestar y en el ámbito socio-político. En todas ellas se ha analizado la distribución entre mujeres y hombres del capital económico, social, cultural y símbólico, sobre el que se asientan y reproducen las desigualdades de género.
En el trabajo remunerado, las autoras destacan mecanismos que reproducen el patriarcado como el empleo parcial en las mujeres, la segregación en la elección de estudios que provoca la segregación laboral, la desvalorización de los puestos de trabajo feminizados y la consecuente brecha salarial, entre otros.
En el trabajo no remunerado, destacan la desvalorización de los trabajos de cuidado y plantean la necesidad de nuevos sistemas conceptuales a la hora de contabilizar las responsabilidades de mujeres y hombres en el cuidado, de manera que se puedan cuantificar y medir cualitativamente las relaciones de poder. Así, entre otras cosas, plantean tener en cuenta los tipos de cuidado (de rutina, lúdicos… etc), o que se contabilicen cuidados que están invisibilizados.
Por otro lado, el estudio apunta al régimen de bienestar familiarista como un reproductor más del sistema patriarcal y propone que las mujeres dejen de hacer trabajo gratis y que sean autónomas para lograr una vida digna.
En cuanto al ámbito socio-político, destaca las dificultades con las que se enfrentan las mujeres para tener presencia e incidencia y mantenerla en puestos de responsabilidad o poder, y las diferencias que se dan por sectores y ámbitos, siendo los masculinizados los más valorados. El estudio advierte que no es que los hombres se dediquen a actividades de más valor, sino que las actividades que realizan los hombres se valoran más. Y esta es la lógica que el estudio plantea que hay que cambiar de raíz.
En definitiva, el estudio concluye que los mecanismos de reproducción del patriarcado se dan en todos los ámbitos y todas las estructuras sociales.
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