
Zegona, el fondo de inversión propiedad de Euskaltel, estaría planteando vender la red física de fibra óptica que la empresa instaló en todo Euskadi con dinero público cuando EuskalNET existía. Esta medida, de llevarse a cabo, significaría la “la descapitalización de la empresa”. La venta de la red física de fibra óptica permitiría el ingreso de varios millones de euros que servirían para rebajar el endeudamiento de la compañía y para financiar el proyecto de expansión de la operadora en toda España bajo la marca Virgin. Euskaltel llega a unos 2,3 millones de hogares en todo Euskadi con una cobertura media del 71% de los hogares.
El Gobierno no tiene constancia
Preguntado por las intenciones de Zegona de vender la red física de telecomunicaciones de Euskaltel, el Consejero ha subrayado que el Gobierno no tiene constancia de que la idea de vender vaya a traducirse en un acuerdo firme y formal de inmediato. “No tenemos constancia de que en este momento esté a punto de ser incorporado al Consejo de Administración como acuerdo a formalizar de inmediato, y si ocurriera tampoco sabemos en que condiciones se llevaría a cabo la transacción”, ha señalado.
La historia de la operadora “vasca”
Todo comenzó en 1992 cuando el Gobierno Vasco comenzó a construir una red de comunicación de fibra óptica en toda la comunidad para conectar los edificios públicos. Este despliegue se pagó con dinero público ya que fue construida por una sociedad pública creada para este efecto llamada Euskalnet. Este despliegue se hizo en tres años.
En un inicio, el fin de este despliegue fue usarlo para ofrecer servicios administrativos y así prepararse para la liberación de los servicios de telefonía creando una infraestructura para una compañía propia de telefonía independiente a Telefónica, la empresa que por aquel entonces era pública y que tenía el monopolio del sector.
Tras finalizar el despliegue de Euskalnet, en 1995, se creó la empresa Euskaltel con la participación del Gobierno Vasco al 40% a través de su sociedad Euskalnet y las tres cajas de ahorros vascas -BBK, Kutxa y Caja Vital- con el 60% restante.
Cuanto se liberó el servicio de telefonía a nivel nacional, Competencia del Gobierno de España dio luz verde a esta sociedad en Euskadi. Industria valoró Euskaltel en 12.000 millones de pesetas (72.121.452,53 euros).
Comienzo de la privatización
La intención de las instituciones vascas era dar entrada a inversores privados en el accionariado definitivo de Euskaltel con la idea de que la suma del Gobierno Vasco y las tres cajas mantuvieran el 51% de la propiedad. En ese sentido, y en aras de lograr un socio tecnológico, se abrieron negociaciones con la estadounidense US West (propietaria de Time Warner): tras unos primeros contactos en los que se planteó que entrara con el 49%, pero esta cantidad bajó hasta el 25% ya que es lo máximo que permite la ley. Finalmente, los socios privados fueron Iberdrola, Endesa y Grupo Mondragón.
A finales de 2012, Endesa, Grupo Mondragón, Gobierno Vasco (Euskalnet) y Kutxabank se deshicieron de gran parte de su accionariado -hasta el 49.99%- para abrir la puerta a Trilantic tras abonar unos 200 millones de euros.
El 27 de noviembre de 2015 Euskaltel cerró la compra de la operadora de cable gallega R. Con la formalización de esta operación se conforma el grupo de telecomunicaciones líder del norte de España. El nuevo grupo mantendrá el carácter local de Euskaltel y de R, lo que se traduce en la continuidad de las respectivas marcas, estructuras locales y equipos profesionales, que ofrecerán sus servicios a un mercado de 5 millones de personas, con más de 715.000 clientes, unos ingresos de 570 millones de euros y un resultado bruto de explotación de 265 millones de euros.
A finales de 2011 se produjo la fusión de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) con la que surgió Kutxabank y que empezó a operar en 2012 y se convirtió así en el accionista mayoritario de Euskaltel dado que la suma de las participaciones con las que contaban las distintas cajas hacía que tras la integración acumulara casi el 68%.
Empujada en cierta medida por los cambios regulatorios impulsados por el Gobierno y el Banco de España para las entidades financieras, Kutxabank decidió deshacerse de parte de su cartera de inversiones industriales, diluyendo su participación en Iberdrola y especialmente en Euskaltel, donde pretendía permanecer como accionista principal pero rebajando su porcentaje y dando entrada a nuevos socios.
que cosa mas rara, con dinero publico se monta una red y se termina vendiendo a una empresa pribada, y aqui no investiga ni el tato. pero todos terminan con sueldos millonarios
no se rich a mi me aprece falso