
Un equipo de GasteizBerri.com ha acompañado a la Asociación Ailaket en las actividades de prevención y reducción de riesgos realizadas durante las “No fiestas” de Vitoria-Gasteiz.
Pese a que no ha habido fiestas patronales oficiales, ni ningún acto organizado por las Administraciones Públicas, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha sido consciente de que la ciudadanía seguiría haciendo fiesta “a su manera”. De ahí, el dispositivo policial y las campañas de publicidad que el consistorio ha desplegado para garantizar que no se produjeran aglomeraciones susceptibles de convertirse en un foco de contagio de la Covid-19 en estas “no-fiestas” de la Blanca. Pero el dispositivo no se ha quedado ahí.
Parte del esfuerzo realizado ha incluido la labor de una asociación diferente, la cual desarrolla una actividad pionera en toda Europa. Como vienen haciendo innumerables instituciones públicas desde hace años el despliegue de seguridad también ha apostado por ofrecer un servicio único y ejemplar: el de prevención y reducción de riesgos en el consumo de sustancias. Labor que impulsa y desarrolla en Euskadi la asociación Ailaket! desde hace la friolera de 20 años.
Y su labor es tan importante que durante estas dos décadas, ni siquiera la pandemia la ha podido parar. Desde Ailaket aseveran que el servicio que ofrecen “debe continuar”. No sólo para garantizar la prevención de riesgos en el consumo de drogas, también para prevenir el riesgo de contagio de la Covid-19.
“La fiesta sigue estando, aunque de diferente manera” explican técnicos de la asociación, y es que -como podía esperarse- el equipo de Ailaket constata que el consumo de sustancias estupefacientes “no ha descendido”. Al contrario, señalan que “la actual pandemia puede ser un factor de riesgo añadido”. El motivo: “hay mayor escasez de sustancias, lo que puede llevar a aumentar la aduteración de las mismas, o a asumir mayores riesgos para su adquisición”. Además, en la misma dirección en la que apuntan sicólogos y trabajadores sociales, la pandemia conlleva “mayor estrés, ansiedad o preocupación”. Ailaket advierte además de que estos trastornos “pueden afectar, igualmente a sus consumos”.
AILAKET! es una asociación sin ánimo de lucro, con más de 20 años de historia trabajando en toda la Comunidad Autónoma Vasca, formada por personas usuarias y ex usuarias de drogas, y cuyo objetivo es concienciar y formar para la reducción de riesgos asociados al consumo.
La asociación, cuya sede está en Vitoria, ha desarrollado este año un Plan de Prevención específico para la Covid-19. Lo han implementado en todas las actividades que desarrollan, como el Botiltzary el Testing. La distancia de seguridad, tanto entre personas trabajadoras, como entre el equipo de Ailaket! y los usuarios a los que atienden es “fundamental”.
Además han habilitado las zonas de “servicio” (en la oficina, y en el Punto Fijo abierto todos los viernes de 19:00 a 20:00 (C/ Herrería 43), como en la furgoneta móvil que se desplaza a los testing), reparten materiales específicos para la prevención (mascarillas, toallitas, geles hidroalchólicos…) y han impreso y repartido pegatinas específicas con pautas para evitar el contagio en el consumo de sustancias. Pautas que anteriormente muy poca gente tenía en cuenta, “prácticas tan habituales como compartir una botella o un canuto, pueden tener ahora un riesgo importante de contagio”.
El pasado mes de mayo, la Asociación Ailaket ya recibió un reconocimiento del Consejo de Europa por su labor durante la pandemia, al haber mantenido sus servicios de análisis e información incluso durante el peor momento de la crisis sanitaria.
Durante la tarde y la noche del día 4, varios equipos de trabajadoras y voluntarias de esta asociación, se dispusieron a realizar un “Botiltzar” y un “Testing” en la capital.
El primero, el “Botiltzar”, moviliza a sus miembros para ir allí donde están las personas que pueden beneficiarse de su labor. En la víspera de las “no-fiestas” equipos de Ailaket! han recorrido las calles del centro y de los barrios de la ciudad, en busca de grupos de jóvenes adolescentes que hacían botellón, o que pudieran estar consumiendo otras sustancias.
El Botiltzar va a esos lugares por lo que está diseñado para no ser intrusivo. Los miembros del equipo van disfrazados con batas y pelucas para “tener un mejor recibimiento cuando se acercan a las cuadrillas, y que éstas no se asusten”. Además del atuendo, los expertos van cargados con carros de la compra repletos de materiales divulgativos, de higiene y protección.
Aunque la Orden del Gobierno Vasco prohibía su realización, la realidad es que el botellón sigue siendo una de las actividades más frecuentes en los fines de semana.
“La intervención consiste en informarles de los riesgos que su ingesta puede conllevar, especialmente de alcohol,- la sustancia más consumida en esos tramos de edad-“. En un botiltzar “normal” nos indican que suelen atender alrededor de 200 personas. Charlan con los jóvenes, les facilitan información, y les ofrecen todo tipo de materiales: algo de comida (palmeras, fritos…) para evitar “chungones”, vasos para no compartir las botellas, bolsas de basura para recoger los residuos después y no ensuciar la ciudad, condones y lubricantes, etc… Además, de los materiales específicos que reparten desde la expansión del Covid.
Nos comentan que “los jóvenes les suelen recibir muy bien, agradecen los materiales, y gracias al trabajo realizado a lo largo de los años, vemos que cada vez están más concienciados de los riesgos y como evitarlos”.
Al caer la noche, otro equipo de Ailaket se encargó de montar un puesto de “Testing” en la Plaza ubicada junto al Gastetxe. Aquí la intervención recibe a quien quiera beneficiarse de su servicio. De entrada, todos los usuarios que se acercasen tenían a su disposición flyers con información sobre todo tipo de sustancias, materiales de prevención de riesgos (filtros, condones, lubricantes, turulos, suero fisiológico…) y materiales anti-Covid. Gratis, por supuesto.
Y lo más importante del Testing: todo aquél que se acerque tiene la posibilidad de analizar sus sustancias (aunque sean ilegales), para saber qué están ingiriendo realmente. Tal y como nos explican desde Ailaket muchas veces los consumidores, ocasionales o habituales “pueden creer que están consumiendo una sustancia, y realmente, luego es otra totalmente diferente, con dosis y efectos diferentes, ya que al ser sustancias fiscalizadas, no existe ningún control sanitario sobre las mismas”. El tema no es como para tomar a la ligera. “En algunos casos, existen cortes con más riesgos que la propia sustancia en sí”. “La única manera de saber 100% qué estás consumiendo es analizarlo en un servicio como el nuestro” exponen desde Ailaket!.
La labor de esta asociación desde el año 2000 ha llegado a un grandísimo número de personas, por conocer algunas cifras, entre 2012 y 2019 atendieron en Testing a 113.242 personas, y tan solo en 2019 fueron analizadas 979 muestras de sustancias. En el Testing realizado la noche del día 4, se analizaron 10 muestras, entre ellas, MDMA, cannabis, anfetamina, y mefedrona.
Esta tremenda labor, vanguardista como ninguna, recibe elogios allá dónde se conoce. Varios ciudadanos de otras comunidades, profesionales sanitarios y trabajadores del área de la juventud, las drogodependencias y el sector educativo han expresado su admiración por una labor que es totalmente necesaria.
Sin embargo, la gran crisis de 2020 está minando los recursos de todos y en especial de éste tipo de asociaciones cuya supervivencia depende básicamente del apoyo económico del sector público.
Así expresan su preocupación por la continuidad de estas actividades y del sector social. “Se está viviendo un momento de crisis en el que los apoyos económicos escasean. Existe el riesgo de que esta labor no se pueda seguir realizando por falta de recursos que la sustente, y el voluntariado no sea capaz de llegar a intervenir todo lo que es necesario”.
Con todo ello, un año más, agradecen que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz “haya decidido seguir apostando por estos servicios”.
“A nivel económico y emocional es una época que está siendo complicada para todas las personas. Queramos o no, el consumo de sustancias seguirá dándose. Incluso podría aumentar. Y consumir sin conocimiento aumenta mucho los riesgos”.