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Según un sondeo, los vascos priman la salud claramente sobre la economía y el empleo

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El confinamiento ha tenido un “efecto pedagógico” claro en el conjunto de la población vasca que muestra un nivel alto de comprensión y cumplimiento de las recomendaciones y medidas de prevención adoptadas contra la pandemia, según un sondeo del Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno Vasco realizado entre el 13 y 17 de octubre para conocer las opiniones de la ciudadanía sobre la situación creada por la Covid 19.

De acuerdo con este estudio, 7 de cada 10 personas creen que la mayoría está dando un ejemplo de civismo y solidaridad en la forma de afrontar las medidas contra el coronavirus y un 48% es partidario de la adopción de medidas más exigentes.

El trabajo arroja, además, el alto nivel de preocupación social por la expansión del coronavirus y sus consecuencias en todos los ámbitos, si bien la salud prima claramente (56%) sobre la economía y el empleo (25%).

Se constata, también, un notorio clima de pesimismo ante el momento actual de la pandemia, fruto de la incertidumbre sobre la evolución y duración de la crisis sanitaria y económica y sus repercusiones en los hábitos de vida. Así, la opinión mayoritaria es que “lo peor está aún por llegar” (48%), frente al 26% que opina que lo peor ya ha pasado.

Sobre la respuesta del sistema sanitario vasco a la crisis, el 69% de la ciudadanía concede una puntuación entre 7 y 10 a la atención sanitaria que Osakidetza está dando a las personas enfermas de coronavirus, si bien la valoración es inferior cuando es preguntada por la claridad de las informaciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

La gestión que está llevando a cabo el Gobierno Vasco frente a la pandemia es valorada positivamente por la mayoría de la población, que además reclama mayoritariamente (75%) afrontar la crisis desde la “cogobernanza” en las relaciones del Gobierno Vasco con el Gobierno Español y con el resto de la Comunidades Autónomas.

Finalmente, el estudio constata el deseo mayoritario de la población a vacunarse cuando haya una vacuna segura y eficaz, aunque existe una cierta prevención sobre el momento de hacerlo. Así, solo 3 de cada 10 personas afirma que se vacunaría inmediatamente.

Gran preocupación por la salud de personas cercanas y por las consecuencias económicas

El tema principal de este Estudio se ha centrado en las opiniones y actitudes de la población de Euskadi sobre la situación creada por la Covid-19. El trabajo de campo se realizó entre los días 13 y 17 de octubre de 2020.

Las y los vascos muestran una gran preocupación por la expansión del coronavirus; un 33% dice estar muy preocupado/a y un 54% bastante preocupado/a.

Son menos las personas que se muestran muy o bastante preocupadas por enfermar ellas mismas (76%) que quienes lo están por el hecho de que puedan enfermar otras personas de su entorno cercano (94%).

En cuanto a las consecuencias económicas, un 46% dice estar muy preocupado y un 38% adicional bastante preocupado por las consecuencias que la crisis pueda tener en su economía familiar. Es aún mayor la preocupación por las posibles consecuencias para la economía de Euskadi: un 56% está muy preocupado/a y un 40% bastante.

Preocupan relativamente algo menos las consecuencias de la pandemia en la escolarización de los hijos y las hijas (46% y 37% mucho o bastante, respectivamente), las consecuencias para la salud mental o emocional (33% y 34%) y los problemas de conciliación familiar en el hogar (27% y 26%).

Preguntada sobre si es mayor la preocupación por las consecuencias sobre la salud o sobre la economía y el empleo, un 56% de la ciudadanía dice estar más preocupada por las consecuencias sobre la salud, un 25% por las consecuencias en la economía y el empleo y un 19% dice espontáneamente que ambas le preocupan por igual, a pesar de que no se le sugiere esa opción de respuesta.

Al analizar la gravedad que las personas encuestadas creen que la Covid-19 podría tener sobre su salud, un 15% creen que sería muy grave, un 28% bastante grave, un 37% poco grave y un 7% nada grave. La percepción de la gravedad que creen que tendría la enfermedad está muy relacionada con la edad, conforme se avanza en edad son más quienes creen que sería muy o bastante grave. Entre las y los jóvenes de 18 a 29 años, un 65% creen que sería poco grave y un 18% nada grave.

Un 26% de la ciudadanía de la CAPV cree que lo peor de la pandemia ya ha pasado, un 17% cree que estamos viviendo el peor momento y un 48% cree que lo peor está aún por llegar.

Un 62% de la ciudadanía cree que la respuesta del sistema sanitario vasco a la pandemia está siendo mejor que la de otras Comunidades Autónomas, un 29% creen que es igual y solo un 1% que es peor.

El 69% de la ciudadanía concede una puntuación entre 7 y 10 a la atención sanitaria que Osakidetza está dando a las personas enfermas de Covid-19.

En cuanto a la claridad de las informaciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias, un 47% de la población da una puntuación de entre 7 y 10 puntos.

La opción preferida por la ciudadanía es la gestión compartida. Así, 7 de cada 10 personas encuestadas consideran que la gestión más adecuada sería la compartida entre el Gobierno Español y los Gobiernos Autonómicos, un 17% creen que sería mejor que gestionaran la crisis principalmente los gobiernos autonómicos, y solo un 3% que sería mejor que la gestionara principalmente el Gobierno Español.

Un 50% de la ciudadanía dice haber reducido mucho el número de personas con las que tiene contacto cara a cara (dejando a un lado las relaciones de trabajo), y un 31% lo ha reducido algo. Un 18% mantiene el mismo número de contactos que antes de la pandemia.

En cuanto a la frecuencia con la que se reúne con familiares y amigos/as no convivientes, un 54% dice haber reducido mucho la frecuencia, y un 31% algo. Un 14% dice reunirse con esas personas con la misma frecuencia que antes de la pandemia.

En cuanto a la recomendación de mantener una distancia de 1,5 metros con las personas con las que no se convive, dos de cada tres (67%) dicen mantenerla con todas o casi todas las personas y un 27% que mantiene la distancia con algunas personas. Esta medida de prevención se mantiene en mayor medida conforme se avanza en edad. Entre las personas de 18 a 29 años, un 35% dice guardar la distancia con todas o casi todas las personas no convivientes, y un 51% con algunas.

El uso de la mascarilla está muy extendido en casi todas las situaciones de la vida cotidiana: en el interior de una tienda (siempre o casi siempre un 99%), cuando pasea por la calle solo/a o en compañía de personas con las que convive (88%), cuando está con otras personas por su trabajo (88%), cuando se reúne al aire libre con familiares y amigos/as con quienes no convive (76%). Este porcentaje es notablemente más bajo en dos situaciones: cuando se reúne en un domicilio con familiares o amigos/as con quienes no convive (41%) y cuando anda por lugares sin gente (como en el monte) solo/a o en compañía de personas con quienes convive (35%).

Las medidas que han resultado más duras de cumplir para la mayoría de la población son las siguientes: el confinamiento (muy o bastante duro para un 62%), el uso obligatorio de la mascarilla (62%), el cierre de parques y espacios públicos (43%) o la limitación del aforo a la mitad en actividades culturales (34%). En menor medida, la prohibición de consumir en la barra de los bares (22%), la prohibición de acudir a espectáculos deportivos (20%), y por último el cierre de los bares a la 1 de la noche (14%).

Un 71% de la ciudadanía opina que la mayoría de las y los vascos están actuando con civismo y solidaridad al cumplir las medidas de prevención de la Covid-19; solo un 24% cree que la mayoría está siendo poco cívica e insolidaria.

Hay una gran división de opiniones entre quienes creen que sería necesario aplicar medidas de control y aislamiento más exigentes (48%) y quienes creen que es suficiente con seguir como hasta ahora (45%).

Un 35% de la población señala que su situación económica ha empeorado con la pandemia. Un 32% prevé que su situación habrá empeorado dentro de un año, un 47% cree que no cambiará y solo un 13% que habrá mejorado.

La ciudadanía cree que como consecuencia de la pandemia nuestros hábitos cambiarán principalmente en relación a los viajes (un 33% creen que cambiarán mucho), la manera de trabajar (29%), la manera de relacionarnos (27%), la conciliación entre la vida familiar y la laboral (26%) y, por último, el respeto por el medio ambiente (20%).

Casi la mitad de la ciudadanía vasca (47%) afirma que cuando se logre una vacuna segura y eficaz desearía vacunarse, aunque solo después de que muchas otras personas se hayan vacunado. Un 30% desearía vacunarse cuanto antes (en el conjunto del Estado este porcentaje asciende a un 40%), y un 20% afirma no querer que le administren la vacuna.

Los motivos principales para no querer vacunarse son las dudas sobre su seguridad y la creencia de que no es necesaria. Un 15% de quienes no querrían vacunarse (un 3% del total de la población) cree que las vacunas son perjudiciales.

Un 25% de la ciudadanía cree que la desigualdad entre hombres y mujeres en las labores domésticas y de cuidado ha aumentado durante la pandemia, un 53% cree que se ha mantenido igual, y un 10% cree que ha disminuido.

Un 47% de quienes tienen hijos o hijas menores de 16 años opinan que la conciliación de su cuidado con el resto de las actividades es más difícil que antes de la pandemia.

Un 31% de quienes cuidan habitualmente a alguna persona dependiente, mayor o enferma afirman que el tiempo dedicado a esa tarea ha aumentado mucho o bastante durante la pandemia.

A tres de cada cuatro personas encuestadas les preocupa la organización del cuidado de la infancia, las personas dependientes, mayores o enfermas en mayor medida que antes de la pandemia.

Accede al sondeo completo pinchando aquí

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