
Este miércoles se cumplen 45 años desde que la Policía Armada mató a Pedro, Francisco, Romualdo, José y Bienvenido durante una jornada de huelga secundada por la mayoría de las grandes empresas de la época en Vitoria-Gasteiz. Los hechos sucedieron a las cinco y diez de la tarde del 3 de marzo de 1976 cuando efectivos de la Compañía de Reserva de Miranda de Ebro y de la guarnición de Vitoria de la Policía Armada desalojaron de la iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga, populoso barrio obrero situado al norte de la ciudad, a 4.000 trabajadores en huelga reunidos en asamblea. La policía lanzó gases lacrimógenos al interior de la iglesia y disparó con fuego real y pelotas de goma a las personas que salían del recinto. Murieron cinco personas y fueron heridas más de ciento cincuenta.
45 años después, diferentes partidos políticos, sociales y ciudadanos a carácter personal siguen pidiendo justicia. Por ello, han vuelto como cada año al lugar de los hechos para recordar a las víctimas con ofrendas florales.
Los primeros en llegar ha sido la formación dirigida por Miren Gorrotxategi, Elkarrekin Podemos-IU. En palabras de José Damián García, Juntero y Coordinador Territorial de Izquierda Unida en Álava, «Verdad, memoria, justicia y reparación. A fecha de hoy, 45 años después, los crímenes del 3 de marzo, crímenes de ese franquismo sin franco, cometidos contra la clase trabajadora siguen impunes».

Para Loli García, CCOO, «reivindicar la memoria de los trabajadores asesinados hace 45 años y reivindicar la clase trabajadora que que luchaba por recuperar y mejorar las condiciones de vida y de trabajo y por las libertades y la democracia tal vilmente arrebatadas por la dictadura y el fascismo».
Cristina González, secretaria general del PSE-EE en Álava, ha señalado que «en esta época de pandemia» es realmente rendir un homenaje a las víctimas [del Covid-19] y «a los protagonistas de esa fecha hace 45 años porque seguimos trabajando por los valores por los que ellos lucharon en esa jornada».

Idoia Mendia (Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco): «Desde este acto de memoria queremos reconocer el trabajo de muchos que estuvieron antes que nosotros para garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadores que defendían pacíficamente sus derechos y fueron asesinados. Creo que merecen este acto de homenaje y memoria que desde el Gobierno Vasco queremos hacer humildemente».

El acto organizado por EH Bildu ha vuelto a ser al que más personas se han acercado, sin contar con la manifestación de la tarde. Sobre un escenario, Mikel Otero ha señalado la «solidaridad de clases que llevo a miles y miles de trabajadores y trabajadoras a la calle a hermanarse con los compañeros y compañeras despedidas o detenidas».

A lo largo de la mañana también se han acercado dirigentes del PNV de Álava con José Antonio Suso a la cabeza acompañado de otros miembros del partido en el Ayuntamiento, incluyendo el alcalde Gorka Urtaran. Otra de las presencias [discretas] ha sido la de Beatriz Artolazabal (Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales) y Aintzane Ezenarro (Directora de Gogora). Ambas han depositado una corona de flores. Otros colectivos y sindicatos como ‘Kontseilu Sozialista Gasteiz’, STEILAS, Arabako Pentsionistak, LAB, ELA, ESK etc

Por la tarde, momentos antes de la manifestación y respaldados por cientos de personas, los familiares y miembros de la asociación ‘Martxoak 3’ han leído un discurso en torno a la escultura donde han vuelto a pedir que se haga justicia y que el recuerdo no decaiga.
La manifestación, que ha comenzado en la Iglesia de San Francisco de Asís de Zaramaga y finalizado en la Plaza Fueros, ha estado compuesta por varias filas de pancartas y secundada por cientos de personas. La marcha ha transcurrido con normalidad a excepción de un pequeño grupo de personas que ha lanzado objetos a una patrulla de la Ertzaintza.

Una vez en la Plaza Fueros, con una imagen más vacía que otros años, se ha leído un manifiesto donde se ha recordado a los asesinados y se ha reivindicado la lucha por un sistema público de cuidados.