Prácticamente, desde que Mari Domingi apareció en nuestras vidas, se la ha asociado como mujer o acompañante del Olentzero. Pero no hay nada más lejos de la realidad.
Mari Domingi, donostiarra de nacimiento, comenzó a repartir los regalos junto a Olentzero en el año 1994. Desde entonces, el rumor de que es la mujer del Olentzero ha rondado por la cabeza de todos, pero no es así. Según su historia, Mari Domingi y Olentzero tienen un rango y una importancia similar. No es ni la mujer ni la ayudante de Olentzero, sino que ambos realizan la labor de repartir los regalos en Navidad.
Mari Domingi se describe como una pastora y agricultora conocedora de la tierra y sus secretos, así como el recorrido del sol y las fases de la luna así como el uso de las diferentes plantas medicinales. Es vecina de Olentzero y ambos se ayudan mutuamente.
La señora tiene gusto por la manzanas y las prefiere asadas, por lo que se marca que los niños suelen dejarle unas cuantas antes de ir a dormir la noche de Navidad. A Mari Domingi se la representa vestida con ropaje asociados al medievo. Se trata de una un personaje fantástico vasco .
A Mari Domingi se le relaciona con una canción popular navideña recogida por Resurrección María de Azkue a inicios del siglo XX. En la canción Mari Domingi quiere ir a Belén a visitar al Niño recién nacido, pero a la que advierten que para ello tendría que cambiarse de falda y ponerse una un poco más presentable.
Como la propia fiesta de Navidad, la figura de Mari Domingi se relaciona con las celebraciones asociadas al solsticio de invierno.
