Las carreteras, aceras, coches y cualquier superficie que se encuentre en la calle han amanecido con una ligera capa de color naranja. Se trata de una excepcional nube de polvo con origen en el desierto del Sahara cruza desde este lunes la península, dejando a su paso un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía décadas y que barre el mapa de sur a norte.
La calima se ha dejado normal de forma homogénea prácticamente en todo Álava, sobre todo en zonas expuestas. Desde Euskalmet predicen que este miércoles por la tarde comenzará a soplar el aire del norte acompañado de lluvias, con lo que el polvo naranja con el que nos hemos despertado este martes desaparecerá.
Durante todo el día en Álava hemos estado bajo el aviso amarillo por fuertes vientos en zonas expuestas. Las rachas serán del suroeste pueden superar los 80 km/h en zonas no expuestas

– Hola cariño, me dijiste que habías ido a trabajar y no a la playa
— Keno_Sediga (@Alvaro56879655) March 15, 2022
– Es la Calima
– Pero qué coño! Encima te vas a la playa, no trabajas y además me engañas con una tal Calima…? Vete de casa!!! pic.twitter.com/3CYrfthQCL
El polvo sahariano se ha «subido» al lado este de la DANA que se ha formado en el golfo de Cádiz para «ascender desde el desierto del Sahara hasta Europa occidental», según ha explicado el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático de la Universidad de Alicante Jorge Olcina.
La calima es un fenómeno meteorológico consistente en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena en suspensión. Cuando esta ocurre por efectos del polvo, sales (sodio) o elementos propios del ambiente, se conoce como calima tipo «A»; cuando se produce por eventos especiales, tales como incendios forestales u otros eventos de carácter contaminante, se le denomina calima tipo «B».
Efectos
Como efecto inmediato y en función de su densidad, produce una disminución en mayor o menor medida de la visibilidad y la aparición de molestias en ojos, nariz y garganta. Si es persistente o abundante, al cabo de unos días suelen aparecer otros síntomas como broncoespasmos, crisis respiratorias y asma. Su desaparición está condicionada por los cambios en la presión atmosférica, que puede dar origen al viento o a la lluvia.
Qué hacer
Es recomendable reducir las actividades al aire libre, usar mascarilla en exteriores y que «las personas sensibles a este tipo de episodios -como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas», tomen las siguientes medidas.
- No salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas.
- Realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos.
- Mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse.
- No realizar ejercicios físicos en el exterior.
- Een caso de empeorar los síntomas respiratorios llamar al 112.