Ante la emergencia provocada por la guerra, y teniendo en cuenta la dependencia energética de Euskadi respecto al exterior, el Gobierno Vasco ha tenido que activar de manera oficial la «situación de emergencia energética«. que ya ha comenzado a afectar tanto a los hogares, -especialmente a las personas vulnerables- como al conjunto del tejido empresarial y en particular, a la industria electrointensiva que goza de un peso relevante en la actividad económica vasca.
Con una factura de electricidad cada vez más alta, los costes de transporte por la gasolina y materias primas por las nubes y el precio de petróleo y del gas disparado, el Gobierno Vasco ve «más necesario que nunca (…) acelerar las infraestructuras energéticas de energías renovables que en Euskadi»
«Ante esta situación, desde luego, vemos más necesario que nunca intensificar las políticas de eficiencia energética, que ya llevábamos tiempo trabajando, afortunadamente invirtiendo mucho y consiguiendo eficiencias relevantes. Pero además urge, desde luego poner en marcha, acelerar las infraestructuras energéticas de energías renovables que en Euskadi son escasas y estamos viendo cuanto de necesarias son en este momento» ha señalado la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia.
Para la sailburu es vital «innovar en la introducción de energías limpias, como el hidrógeno» pero ha añadido que «no son soluciones para este corto plazo, pero necesitamos continuar en esa senda y en este momento de emergencia energética las soluciones urgentes y extraordinarias hacen que tengamos que mirar Europa«. «Es allí donde se deben adoptar y donde desde ayer (lunes) se anunció la posibilidad de comenzar a modificar el modelo marginal del mercado eléctrico, es decir, conseguir desacoplar el precio del gas, del precio de la electricidad, es algo que se había planteado previamente que nunca se había considerado valorarlo«.
También ha comunicado que no se descarta «adoptar medidas extraordinarias» activando subvenciones o ayudas siempre y cuando «se adopten de forma unificada para toda la Unión Europea» sin descartar la utilización de «recursos propios para poder colaborar«. «En ese sentido, necesitamos medidas urgentes, contundentes en cuanto a su impacto, que sean flexibles y que lo hagamos de una manera ágil» ha puntuado.
